Industrializacion

EL VALOR NORMATIVO DE LA CONSTITUCION ESPAÑOLA
I
La constitución de 1978 ha marcado decisivamente nuestra historia política, como todas las constituciones anteriores, pero también nuestra historia jurídica, la cual resulta ya completamente novedosa de todas sus precedentes.
Solo también la constitución de Cádiz había marcado hasta ahora entre todas las constituciones una época nueva en laevolución de nuestra historia del derecho, en virtud de la recepción que opera de los grandes principios del “monumento jurídico de la Revolución francesa”(soberanía nacional frente al poder regio absoluto, división de poderes, independencia, legalización y desestamentalizacion del poder judicial, legalización y libre acceso a la función pública).
La revolución jurídica que aporta la Constitución de1978 ha sido de muy distinto signo. Por nuestra parte, ha acertado a concluir la guerra civil larvada que se mantuvo durante el medio siglo con varias explosiones sangrientas, y que había mantenido tardígradamente la vieja oposición en el seno social e institucional (papel de la iglesia, apuesta a la libertad religiosa, la libertad de expresión y de asociación y para que “el liberalismo especado) entre el Antiguo Régimen y la democracia.
Esta oposición histórica había perdurado en Francia, como ha estudiado Furet, desde la Revolución hasta ya entrada la III República. Pero esa pugna básica se mantuvo viva política y socialmente tres cuartos de siglos más (entierro de Víctor Hugo, guerra de las congregaciones y separación de la iglesia del estado, fascismo de los años treinta).
Solo laderrota militar del fascismo en el II Guerra Mundial libero a la vieja derecha francesa de la fascinación que había continuado ejerciendo en ella la imagen idealizada de un orden natural, orgánicamente integrado.
Más claro es el caso de Alemania, de Italia y de Centroeuropa. “El principio monárquico”, como un poder autónomo del monarca en pie de igualdad, de hecho de superioridad, con elprincipio democrático, subsistió hasta el final bélico de los Imperios centrales en 1918. El democratísimo puro de la Constitución de Weimar malvivió en medio de golpismo de todo signos y de los “poderes accesionales” o dictatoriales del Presidente en virtud del art. 48, hasta que finalmente, fue definitivamente arrumbado en 1993 por el nazismo.
La Constitución de 1978 es la primera, con excepciones,apenas semánticas (constituciones de 1869 y de la I y II Republicas), que ha acertado a implantar el principio democrático como único principio político legitimador. Lo verdaderamente notable es que esto haya sido un consenso entre todas las fuerzas políticas, herederas, por unas y otras vías, tanto de las que protagonizaron el enfrentamiento bélico civil de 1936 – 1939, como las de la mínimainstitucionalmente, pero efectiva en su extensión real. La gran hazaña histórica de la constitución está en el logro sin precedentes, que ha puesto el término a más de un siglo y medio de las luchas políticas existenciales. Esto ha hecho que la constitución de 1978 se presente como algo que no tenía precedentes en nuestra historia, como la decisión efectivamente constituyente del pueblo entero,como una expresión autentica de un verdadero pacto social fundacional con la intensión de instituir un marco duradero de estructuración perdurable del sistema democrático como sistema efectivo.
II
La constitución de 1979 unió una novedad radical que ha singularizado en todo nuestra historia constitucional, la de haberse deliberadamente configurado para ser una norma jurídica perfectamenteoperativa por sí misma en su función de cabeza y fundamento de todo el ordenamiento jurídico. Pero aun esta eficacia normativa reducida no conto nunca (la limitada y poco feliz actuación del tribunal de Garantías Constitucionales de la II Republica permite ser casi categóricos)
Las elecciones podían ventilar así distintas interpretaciones constitucionales de modo de la derrota de una de ellas...