Ingenieria En Sistemas
- Quiero esconderme en algún lugar del universo -les dijo-. Necesito encontrar un sitio de difícil acceso, para que las criaturas se esfuercen en encontrarme y de esta forma sevuelvan más bondadosas y comprensivas.
- ¿Por qué no te escondes en las profundidades de la tierra? -le sugirió un ángel.
Dios sopesó la idea durante varios minutos y después le contesto:
- No,no creo que sea una buena idea. En poco tiempo aprenderían a excavar la tierra y a construir minas para descubrir todos los tesoros que esconde su interior. Me descubrirían enseguida,demasiado pronto, tanto que no les habría dado tiempo a madurar emocional y espiritualmente.
- ¿Y por qué no te escondes en la Luna? - le sugirió otro ángel.
Una vez más Dios ponderó esta opinióndetenidamente. Transcurridos unos minutos afirmó:
- No, tampoco es una buena idea. Ciertamente tardarían más tiempo en encontrarme, pero al final acabarían aprendiendo a volar por el espacio.Llegarían a la Luna y descubrirían sus secretos. Una vez más, antes de madurar me habrían descubierto a mí.
A los ángeles ya no se les ocurría ningún otro lugar en el que Dios pudiera esconderse.Todos permanecieron en silencio mucho rato, hasta que finalmente un ángel exclamó:
- ¿Por qué no te escondes en el corazón de tus fieles? Jamás se les ocurrirá buscar allí.
- Eso es, ¡quégran idea! -contestó Dios-, encantado con la sugerencia.
Y así fue como Dios decidió esconderse en el corazón de todos y cada uno de sus fieles, hasta que éstos hubieran alcanzado la madurezemocional y espiritual suficiente como para embarcarse en el arriesgado viaje hacia su propia esencia. Un viaje que culminaría con el encuentro con su creador, un encuentro que sería para siempre.
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