inteligencia emocional
INTELIGENCIA EMOCIONAL
TEORÍA Y APLICACIONES
MARIA CECILIA ESCUDERO
MICHELLE ALVAREZ TORO
LISETH ZAPATA GARCÍA
ALEXIS QUIROGA
EDWIN EDALGO
ANDREA LOAIZA
LINA NOSCUE
Asesor(a)
Luz Piedad Puerta
Docente Cátedra
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS ECONOMICAS DESARROLLO HUMANO
MEDELLIN
2010
INTELIGENCIA EMOCIONAL
TEORÍA Y APLICACIONES
1. ¿Qué es la emoción?
La misma raíz etimológica de la palabra emoción proviene del verbo latino movere (que significa
«moverse») más el prefijo «e‐», significando algo así como «movimiento hacia» y sugiriendo, de ese modo, que en toda emoción hay implícita una tendencia a la acción.
La distinta impronta biológica propia de cada emoción evidencia que cada una de ellas desempeña un
papel único en nuestro repertorio emocional. La aparición de nuevos métodos para profundizar en el
estudio del cuerpo y del cerebro confirma cada vez con mayor detalle la forma en que cada emoción
predispone al cuerpo a un tipo diferente de respuesta.
El enojo aumenta el flujo sanguíneo a las manos, haciendo más fácil empuñar un arma o golpear a un
enemigo; también aumenta el ritmo cardiaco y la tasa de hormonas que, como la adrenalina, generan la
cantidad de energía necesaria para acometer acciones vigorosas.
En el caso del miedo, la sangre se retira del rostro (lo que explica la palidez y la sensación de «quedarse
frío») y fluye a la musculatura esquelética larga —como las piernas, por ejemplo‐ favoreciendo así la
huida. Al mismo tiempo, el cuerpo parece paralizarse, aunque sólo sea un instante, para calibrar, tal vez,
si el hecho de ocultarse pudiera ser una respuesta más adecuada.
Uno de los principales cambios biológicos producidos por la felicidad consiste en el aumento en la
actividad de un centro cerebral que se encarga de inhibir los sentimientos negativos y de aquietar los
estados que generan preocupación, al mismo tiempo que aumenta el caudal de energía disponible.
El amor, los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual activan el sistema nervioso parasimpático
(el opuesto fisiológico de la respuesta de «lucha‐o‐huida» propia del miedo y de la ira). La pauta de
reacción parasimpática —ligada a la «respuesta de relajación»— engloba un amplio conjunto de
reacciones que implican a todo el cuerpo y que dan lugar a un estado de calma y satisfacción que
favorece la convivencia.
Estas predisposiciones biológicas a la acción son modeladas posteriormente por nuestras experiencias
vitales y por el medio cultural en que nos ha tocado vivir. Sin embargo, esta información proviene de las
respuestas de supervivencia que el ser humano desarrollo a lo largo del periodo evolutivo, siendo hoy
en día obsoleto, pues que la supervivencia ya no depende de nuestra capacidad de ataque y defensa, sino de otros factores impuestos por la sociedad moderna. Si bien, en un pasado remoto, un ataque de
rabia podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte, la facilidad con la que, hoy en día, un niño de
trece años puede acceder a una amplia gama de armas de fuego ha terminado convirtiendo a la rabia en
una reacción frecuentemente desastrosa.
2. Las dos mentes
En un sentido muy real, todos nosotros tenemos dos mentes, una mente que piensa y otra mente que
siente, y estas dos formas fundamentales de conocimiento interactúan para construir nuestra vida
mental. Una de ellas es la mente racional, la modalidad de comprensión de la que solemos ser
conscientes, más despierta, más pensativa, más capaz de ponderar y de reflexionar. El otro tipo de ...
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