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“El mundo de Sofía” es una novela enmarcada en la Noruega de 1990, donde se han imbricado nociones bien explicadas de la historia de la filosofía occidental (cuyo contenido, el de este libro,podemos decir que cabe en la cáscara de una nuez) todo ello sin perder de vista la trama urdida y un tanto misteriosa que me recuerda la disposición de las muñecas rusas, no digo más...

A una síntesisde estas características, presentada de forma amena y con lenguaje de andar por casa, no se le puede pedir otra cosa. Ya es bastante si ha prendido la mecha de la curiosidad por la filosofía.
Lo leíhace ya bastante tiempo, y me gustó. Fue algo que me sorprendió mucho pues había leído y escuchado críticas para todos los gustos.
Ése fue Platón, Sofía. Durante más de dos mil años, la gente hadiscutido y criticado su extraña teoría de las Ideas. El primero
fue su propio alumno en la Academia. Su nombre era Aristóteles,
el tercer gran filósofo de Atenas. ¡No digo nada más!

Ha pasado yamucho tiempo desde que dejé de estudiar filosofía, una materia que me gustaba, pero que quedó relegada a mis años de adolescencia, como otras materias, claro. Ahora son otros los intereses que pugnan porocupar mi tiempo de ocio y la filosofía no está en primer orden. No obstante, he querido refrescar algunas nociones sobre el particular.

Como ocurre con todos los conocimientos teóricos (y que,por lo tanto, no se han podido poner en práctica), solo quedan retazos de lo que se aprendió seguramente para superar un examen académico, arrinconados en algún lugar de la memoria.

Pues bien,rebuscando entre los libros de mi hija, con su permiso evidentemente, encontré éste que nos ocupa y que, me ha dejado la sensación de haber leído un libro para adolescentes, sí, pero que puede ser leídotambién por adultos, sin mayores reparos. Esta lectura ha servido para repasar algunos temas de filosofía, que fueron un tanto pesados de digerir en su momento, en contraste con la levedad que le ha...