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El ser inteligente
Por Juan Pablo Uribe

Desde el amanecer de los tiempos, cuando los primeros rayos de luz iluminaron el horizonte de la racionalidad se postuló como verdad inamovible y primordial dentro de la realidad humana el desarrollo científico. Esto ha sido una práctica y un pensamiento que desde ya hace mucho ha llevado a occidente a convertirse en un gigante industrial, un productoren masa experto en la manipulación de la materia y un monstro desalmado sin sentimientos. Así mismo, dentro del insignificante juego del lenguaje humano muchos países de medio oriente, sur y norte de Asia han visto la destellante y cegadora luz del progreso. Mientras la línea del tiempo se hace más larga en el relato humano, más evidente se hicieron sus aportes al mundo que le brindansostenibilidad. Al principio atábamos rocas a palos y consumíamos de nuestro entorno lo necesario para sobrevivir y llevar una vida en armonía con el mundo. Luego conformamos clanes y bandos, que degeneraron en pequeños asentamientos con mayores conocimientos sobre la medicina, el lenguaje y la metalurgia. Mientras más pasaba el tiempo, más dominábamos nuestros instintos y nuestro ambiente. Poco tiempodespués nos adueñamos de las nobles bestias salvajes, de la gigantesca flora de nuestro planeta y de las indomables montañas, comenzamos a escribir, a adorar poderosos dioses en cultos patéticos para darle sentido a la vida y a hacer más estrechas las distancias recortando el mar y revolucionando el comercio. Parecía ser que nuestra razón nos permitía hacer lo que nos viniera en gana, tanto así queinconscientemente la sensibilidad, el miedo, los instintos, los placeres y la naturaleza del hombre se extinguieron lentamente como una llama de espíritu libre que se quedó sin medio para arder y que inevitablemente fue consumida por la ciencia y el conocimiento.
Perseveramos, nunca nos fue suficiente. Siempre quisimos saber más sobre todo, incluso ahora queremos llenar nuestro pequeño cerebrode los interminables secretos del universo, tenemos una incontrolable avaricia que desboca nuestro deseo de dominio, lo cual nos ha convertido en el magnífico ser que somos ahora. Hoy, después de habernos autoproclamado señores y dueños del mundo durante toda nuestra existencia podemos recoger nuestros frutos. Masacre, exterminio, brutalidad, crueldad, indiferencia, más de 6000 guerras armadas delas cuales 2 fueron mundiales, envenenamiento del agua potable de los manantiales del norte, tala de árboles con una proporción de un campo de fútbol por segundo, más de 100 millones de vidas animales exterminadas y torturadas por año, destrucción acelerada de la capa de ozono y destrucción lenta y dolorosa de la flora y fauna terrestre. Todo lo anterior y mucho más en nombre del progreso y lainvestigación, quienes han constituido de nosotros un elemento más en un círculo vicioso de la moda, la tecnología y la normalidad. Los monstruos somos nosotros ahora, el tiempo de la paz y el equilibrio natural ya quedó atrás, el dios cristiano acabó con él, sólo le dejó a la humanidad un legado de tristes mártires, temor y vergüenza, lo cual continúo avivando el ego humano frente al mundo peroa su vez aplastó y rebajó su dignidad frente a un ser imaginario.
Ahora no sólo nos enfrentamos a una inminente autodestrucción sino a una extinción en masa a través de una muerte agonizante y tortuosa. Todo lo que una vez fue verde no existirá en 200 años, el humano se irá pero se llevará con él una majestuosa y amplia gama de seres fantásticos e inocentes que nada tuvieron que ver con suspecados frente al mundo. De todo el terror e inimaginable sufrimiento que ha generado nuestra especie a sí misma y a las demás ha surgido también una flor. Parte de lo que una vez fue poco relevante ahora mueve la conciencia de muchas personas quienes están en este momento dándolo todo de sí para tratar de cambiar el destino de la humanidad. Así pues, paralelo al desarrollo nuclear, a la carrera...