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La Tributación colonial, a pesar de serasfixiantemente centralizada, era regulada por las regiones, lo que conducía a abusos de las autoridades locales.
Los impuestos se dividían en dos grupos, los impuestos sobre el comerciotransatlántico, compraventa y las rentas, sobre los de bienes de consumo y los eclesiásticos.
En el plano del comercio transatlántico, el principal impuesto era el Almojarifazgo, tanto por ciento cobrado porlas Aduanas de las Gobernaciones a razón de los productos que entraban o salían a territorios del imperio, o que se comerciaban entre puertos dentro de él. El Almojarifazgo era determinado por cadaDirector de Aduana, o Almojarife en cada zona. Cada Aduana, usualmente exigía impuestos conexos al Almojarifazgo exigida por la corona; estas exigencias, obedecían a los intereses personales de lasélites hacendadas, que querían defender sus productos de la competencia española o de otras regiones. Con la llegada del virreinato, que afianzó la centralización, y las relaciones de mando con lapenínsula, estos impuestos conexos al Almojarifazgo fueron desapareciendo, pues eran castigados con la democión y posiblemente, un juicio, el cual usualmente fallaba en contra del acusado. Si la Aduana exigía alos comerciantes marítimos el Almojarifazgo, los contratos de compra y venta de mercancías, ya sean importadas desde España o producidas en las colonias tenían que pagar el sello de Alcabala...
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