Joven

Guadalajara- 20 de noviembre del 2012
Alondra Jauregui Doñate.

El lunes 12 de diciembre la Zona Metropolitana de Guadalajara se vio afectada por el caos ocasionado debidoal paro de transporte público (rutas pertenecientes a la Alianza de Camiones y al Sistecozome), aunque se rumoraba de un paro desde el domingo en la noche, a mucha gente le cayóde sorpresa; trayendo consigo consecuencias como que muchas personas no pudieran asistir a sus trabajos o escuelas, llegaran tarde, empresas cerradas, taxistas desde algunos que“hicieron su agosto” porque hacían taxi colectivo pero cobraban como si fuera una sola persona, se aprovechaban de la necesidad y desesperación de la gente por llegar, y otros másconscientes que si cobraban menos si iban varias personas; también algo positivo (dentro de lo que cabe) fue que se vio la solidaridad de los tapatíos, que daban “raite” apersonas que fueran para un mismo lugar, aunque claro existía cierta desconfianza por parte de los usuarios del transporte, todo esto a su vez ocasiono pérdidas monetarias.
Lo que loschoferes exigen es un aumento salarial de $1.20 a $1.60 por pasaje, pero los dueños de los autobuses (concesionarios) no les quieren otorgar y lo que estos a su vez reclaman esun aumento en el pasaje, como si el servicio que nos ofrecen lo valiera, a comparación de otras ciudades, en Guadalajara se cobra mucho por este servicio y se supone que elgobierno lo debería de garantizar y subsidiar, lo que se hace es otorgar concesiones y otras personas manejan este servicio creando monopolios.
Una vez más esto nos da una pruebade que la planeación y organización en nuestro transporte público es muy deficiente y como siempre los afectados somos nosotros, la población y quienes necesitamos el servicio.