Juarez

Ante el juicio de la historia

Gerardo Laveaga reúne en Hombres de Gobierno biografías de políticos que ejercieron el poder con arte


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Fidel Samaniego R.
El Universal
Viernes 23 de mayo de 2008
fidel.samaniego@eluniversal.com.mx
Fue el primer gran personaje de la historia con el que él tuvo contacto: Napoleón Bonaparte. Su padre le regaló la biografía del grancorzo, escrita por Emil Ludwig.
“En principio me gustó la vida de Napoleón, pero poco a poco me fui desilusionando de él”, dice el historiador, biógrafo, catedrático de Teoría del Estado, Gerardo Laveaga.
—¿Por qué?
—En realidad no tenía, no tuvo un programa de gobierno importante. Para él lo importante era conquistar, conquistar, no había en él una gran visión.
Autor de El Sueño de Inocencio,espléndida obra acerca de la vida, la muerte, el ascenso y caída del Papa más poderoso de la historia, Laveaga da a conocer ahora Hombres de Gobierno, biografías críticas de personajes que, dice, han hecho de la política y la labor de gobernar un arte.
—¿Un buen gobernante debe ser león, zorro?
—Los dos, zorro y león. León que no caiga en las trampas, que espante a los lobos, y zorro astuto,ágil a la hora de tomar decisiones.
Un libro, el más reciente, en el que aparecen desde Solón, el precursor de la democracia participativa a Dag Hammarsköld, el que dio vida a la ONU.
“Con sus diversos estilos, en sus distintas épocas, encararon las fuerzas a su alrededor, aniquilándolas unos, sumándolas otros, pero coincidieron en tres virtudes que para mi son fundamentales: una visión a largoplazo, una descomunal energía para lograr que esa visión cobrara vida y, desde luego, un valor a toda prueba para soportar las consecuencias, no siempre favorables de su actuación” apunta. Y explica:
“Los grandes hombres de gobierno, todos, han tenido esa visión de largo plazo, se han preocupado por el juicio de la historia. Esto es, no miraban su popularidad inmediata. Porque, mira, en políticano puedes evaluar los resultados sino hasta después de 30 o 50 años, no se puede ser o hacer todo con la idea de ser aceptados en el corto plazo. La mitad de los norteamericanos no estuvieron de acuerdo con Roosevelt y su determinación de ir a la Guerra Mundial. Y después...”.
Un tipo amable. La inteligencia en él se expresa a cada momento, a cada palabra, pero de forma natural, sinostentaciones. Habla directo. Señala que los hombres de los que escribe, a los que admira, supieron en su momento cómo y para qué utilizar la fuerza, y de uno o varios modos fueron traidores de aquellos que se sentían de su misma clase, de su mismo grupo. Dejaron a un lado sus ideales, sus convicciones, y respondieron a lo que necesitaba su pueblo. Hubo quienes, como Hitler, Stlalin, Mao, dejaron que suscreencias religiosas o valores morales dictaran sus actos, yo me quedo con los otros, y a ellos, de ellos es que me dediqué a investigar, a escribir.
—Oiga, en este “Hombres de Gobierno” no hay por cierto, mujeres, ni mexicanos...
—Sí, es una deuda que saldaré. Preparo ya trabajos, textos sobre ellas, mujeres como Isabel de Castilla, Isabel de Inglaterra, Catalina de Rusia, y hombres de México,como Benito Juárez, el gran Valentín Gómez Farías, Plutarco Elías Calles.
Gerardo Laveaga. Y todo inició... leyendo la vida de Napoleón.
Benito Juárez
El juicio de la Historia

ERNESTO MONTERO ACUÑA
3 DE ABRIL
internac@trabaja.cip.cu
Cuando el gobierno de Estados Unidos pretende mantener su expansión por América Latina bajo la cobertura de tratados de libre comercio, “alquitas” ydemás fórmulas solapadas o feroces, es bueno rememorar la valía de Benito Juárez como baluarte latinoamericano.
Aquel indio oaxaqueño defendió la soberanía, la independencia y la integridad territorial de México de un modo que impidió, frente a los imperios de entonces, la restauración colonial europea sobre América Latina.
Pero también, mientras Inglaterra, España y Francia pugnaban por...