justicia educativa
Introducción. De los principios políticos a las políticas públicas. De las políticas públicas a los principios.
El presente trabajo se ocupa en lo inmediato de un problema teórico. Me refiero al conflicto normativo entre dos ideales políticos ampliamenteaceptados por los liberales igualitaristas (no libertarios): (1) el principio de igualdad de oportunidades y (2) el principio de autonomía familiar. Posee, sin embargo, resonancias prácticas. En él, al mismo tiempo que analizo los problemas para la implementación de políticas públicas aceptables que podrían seguirse de la afirmación conjunta de esos principios, intento refinar la manera de comprenderesos principios a la luz de sus posibles consecuencias prácticas. Considero que el pasaje de los principios políticos a la práctica (efectuado aunque más no sea como ejercicio de reflexión intelectual) no es menos crucial para defender una teoría política que para diseñar y evaluar políticas públicas concretas. Una buena teoría política no es un sistema ideal apreciable en teoría, pero sin validez enla práctica. Más bien sería lo contrario: un principio político (o conjunto de principios) que no sea aplicable en la práctica padece, a la vez, de un defecto teórico, ya que su razón de ser es servir a la práctica, guiarla. A continuación, mostraré cómo, cuando se considera el principio liberal de la igualdad de oportunidades, sucede que sus derivaciones prácticas muchas veces entran enconflicto con nuestras más firmes convicciones (recogidas, a su vez, por otros principios normativos). Entonces se abren dos opciones: o se modifican las convicciones (y, subsiguientemente, los principios que las recogen) o se revisa la interpretación del principio en cuestión.
Tomando la teoría de la justicia de John Rawls a modo de ilustración, sostendré que cualquier concepción de la justicia queincluya un compromiso con la igualdad de oportunidades necesariamente entrará en tensión con el principio de autonomía familiar. Primero explicaré el significado preciso y la relevancia de cada uno de los principios en cuestión (apartados I y II). En segundo término, especificaré las diferentes maneras en que la satisfactibillidad plena del primero entra en conflicto con la del segundo, y viceversa(apartado III). Concluiré, no obstante, que es posible conservar ambos ideales. La redistribución de bienes socioeconómicos, indispensable para el logro de una sociedad democrática y equitativa, permitirá compensar las dificultades que la autonomía de la familia impone a la igualación perfecta de las oportunidades. De no zanjarse el conflicto normativo aquí abordado no podrá avanzarse en...
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