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¿De qué manera se pueden cultivar y promocionar las intenciones correctas y disposiciones virtuosas? No es suficiente formular una teoría de lo que la razón pura práctica requiereuniversalizando las “máximas” que hay detrás de nuestras acciones, tratando a cada persona como un fin “en sí misma”.
No basta con establecer más reglas morales específicas o suaplicación en casos particulares, una cosa es reconocer una obligación y otra muy distinta cumplirla. Filosofar y moralizar tienen efectos limitados sobre la conducta humana.
En lacuestión moral, los padres, profesores, etc. Tienen la obligación de motivar a los jóvenes a obrar correctamente según enseñanzas y desarrollo de virtudes.
Una respuesta a estos problemasparece ser dar recompensas o castigar, ya que ninguna de éstas produce la virtud kantiana, porque estas alternativas solo ofrecen razones interesadas que inducen una conformidad conlas reglas, pero no pueden fomentar la verdadera actitud virtuosa (realizar la acción correcta justamente porque es correcta).
Kant considera la censura y el apoyo moral como mediosrazonables para compartir los unos con los otros. El elogio y la censura moral forman parte de la educación moral: uno y otro están encaminados a enseñar, recordar o convencer aalguien de lo correcto o equivocado, sin castigar, sino disuadir recurriendo a motivos que eviten la crítica social y ganen buena opinión de los otros. Para Kant los castigos y recompensaspertenecen solo al ámbito de la ley, no al de la ética.
La respuesta de Kant a los problemas de la naturaleza humana, en la cita extraída de la religión sugiere que basta con unasola respuesta religiosa: si el mal en nosotros no puede expirar mediante fuerzas humanas y necesita ser superado, los creyentes dirán que solo la salvación de Dios podrá realizarlo.