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TEMOR Y TEMBLOR.
El desarrollo de dicha obra pone en confrontación la ética (el deber) con la fe (el creer). Lo ejemplifica con la figura de Abraham el cual ha sido elegido para entregar a su únicohijo en sacrificio porque se lo ha ordenado el ser divino.
Del hecho de que Abraham haya llevado a cabo el sacrificio se infiere con bastante claridad que el plano religioso opera en un nivel mayoral ético. Sin embargo, también este hecho demuestra que la fe es un asunto netamente individual, único, incomunicable e intransferible que nos remite a una interioridad propia, y dicha de interioridadcon uno mismo es divina.
La paradoja presente en el texto surge a partir de que un ser finito como es el hombre intenta descubrir las razones del ser infinito, es decir, que el hombre asume lareligiosidad como una relación exclusivamente entre el individuo y Dios, una relación entre lo divino y lo terrenal en donde el absurdo se hace presente. Pues ¿cómo es posible asumir que un ser humanopueda entender a Dios?
Ahora bien, tenemos que dejar en claro que una cosa es creer y otra tener fe. Por ejemplo, en el caso de Abraham se puede creer que Dios le concederá enorme descendencia para quehabiten la Tierra, sin embargo, difícilmente un hombre ordinario haría semejante acto de fe, pues una situación así para ser una locura, un absurdo. Y es en este momento cuando se presenta laexperiencia religiosa, el hombre no puede acceder por medio de la razón a dar explicación de una situación así; necesita, forzosamente, tener fe para descubrir el sentido de este tipo de solipsismo.Recordemos que fe remite a un creer sin ver; y eso es precisamente lo que Dios exige de Abraham, que crea aún a costas de que no puede ser percibido mediante alguna facultad sensible. Abraham es el mejorejemplo para demostrar que la relación entre lo finito y lo infinito transgrede las normas que emanan de la comunidad, de las costumbres y del Estado; por consiguiente, demuestra que la ética tiene que...