KOMENSKY







“EL ENTRENADOR DE FÚTBOL”
Informe Personal de Lectura reflexiva: “Ruben´s Fall”

“A mí, le digo, me enseñaron a valorar, a creer en la fuerza de la palabra.
Las palabras expresan la concepción del mundo de quienes las crearon:
Su gestualidad. Ellas –unas más que otras-
revelan el pensamiento de sus hablantes, sus gestuantes”…
Elikura Chihuailaf, Poeta Mapuche.


Programade Magíster en Gestión y Dirección Educacional
Curso: LIDERAZGO EDUCACIONAL Y DESARROLLO DE RECURSOS HUMANOS.
Profesor: Dr. Michael P. O´Malley
Alumno: Jury García ANCAMIL





En julio de 2005 fui contratado en el desaparecido colegio Jean Komensky, en la ciudad de Viña del Mar. Este, era considerado –entre los alumnos- como una “escuela para triunfadores”, por que ahí se matriculabanlos estudiantes expulsados y desertores del sistema, ya que, sabían que ese era el lugar donde podían terminar su enseñanza secundaria, sin mayor esfuerzo.
Era conocido por los profesores, ya que las condiciones de trabajo, cada día eran más precarias, razón por la que cada Docente que encontraba una oportunidad para cambiarse de trabajo, lo hacía gustoso. Cualquier opción era mejor. Sin embargo,ahí me convertí en “entrenador de fútbol”. Les cuento.
Miércoles 08:00 hrs. A.M. Al llegar sentí la mirada desafiante de los alumnos, la recepción desconfiada de los profesores y la actitud poco comprometida de los directivos. Me entregaron el horario y se me explicó como llegar a la sala, una profesora se topó conmigo en la escalera y me saludo, preguntando que curso me tocaba en ese momento.Primero medio, contesté. Te compadezco, replicó. Y con una seña me indicó la sala. Suerte, agregó ella.
El bullicio acompañado de un sermón de insolencias se escuchaba desde el exterior. Temeroso abrí la puerta, sin mirar caminé al escritorio, dejé el libro sobre este y salude. No recibí respuesta. “Muchachos por favor siéntense”, insistí. Ahí un par de niñas se me acercaron y me preguntaron elnombre: Jury, respondí. ¿Cómo la cantante? Preguntaron risueñas, dieron media vuelta y dirigiéndose al curso dijeron: ¡veamos cuanto nos dura este! La clase no avanzó mucho, creo que uno o dos alumnos tomaron atención de las instrucciones y nunca más me escucharon.
A la semana siguiente, el profesor jefe de este curso renunciaba, la directora me llamó a su oficina para “informarme” que, a partir deese día, era el nuevo profesor jefe del primero medio, y me anunciaba que las niñas se había retirado del colegio, solo quedaban varones en el curso. De regreso a casa me preguntaba si era un castigo o un desafío. Un castigo concluí y desencantado regresé.
Cuando el curso supo que era su nuevo profesor jefe, el líder del grupo se me acercó y me dijo: “Profe no somos tan malos, ya va a ver”.Contra todo pronóstico, desde la clase siguiente comenzamos a generar un diálogo continuo, que se basaba en las experiencias vitales de cada uno, en sus emociones, sus esperanzas, alegrías. Conocí la gran cantidad de frustraciones económicas, familiares y sentimentales que estos arrastraban cada día en sus adolescentes cabezas.
Poco a poco se fue dando una cercanía interesante, que incluso me ayudó aimplementar un plan de enseñanza de los contenidos de educación cívica, a la que los alumnos respondían con una mirada crítica que provenía de su experiencia. La directora me llamó a su oficina y me preguntó: ¿Cómo los domesticó profesor? No se, respondí, asombrado por el trasfondo de la pregunta que había escuchado. Yo pensaba, no son animalitos, son personas. Los profesores comenzaron aaceptarme en su sala y me decían, pensábamos que no ibas a durar. Mientras tanto el curso comenzaba a trabajar en las distintas asignaturas y los profesores constataban este hecho.
Las conversaciones con el grupo de alumnos combinaban contenidos, con vivencias y experiencias cotidianas. Incluso su gusto por el fútbol, me permitió explicar y hacer entender en ellos, la teoría de las normas y la...