LA DEPRESION INVISIBLE
Páginas: 2 (296 palabras)
Publicado: 18 de octubre de 2015
LA DEPRESION INVISIBLE
Así como al ver personas de rostros alargados por la tristeza, ojos caídos y voz doliente, nos aventuramos en el diagnóstico afirmando que están deprimidas,existen otras con rasgos que no son tan fáciles de clasificar.
La depresión, como entidad determinante de estados de ánimo permanentes, a veces se disfraza y hasta puede llegar avolverse invisible del todo. Cuando se esconde detrás de un ropaje distinto al que le caracteriza habitualmente, lo que observamos es un individuo alegre con exageración, indiferente aaquello que a otros preocupa, exhibiendo una actitud irreflexiva o lleno de una energía que ya quisiera para sí un superhéroe de la parafernalia cinematográfica.
En cambio, si el estilo depersonalidad no se presta para unos desplantes semejantes o si el abatimiento es tan grande como para poder procesarlo con un grado razonable de consciencia, los síntomas tienden adesaparecer por completo de la percepción, tanto propia como ajena.
El cuadro se reduce entonces, a una falta “normal” de alegría -es decir, la que define a la “gente seria”-; ciertodesgano al realizar el trabajo cotidiano; irritabilidad que no llega a la agresión; deseos constantes de dormir y hacerlo por largas horas; pérdida de intereses que antes eran motivadoresy, en suma, una baja general de la actividad emotiva.
Tales casos son poco referidos a tratamiento porque no producen mayor alarma. Sin embargo, la alteración está allí y tarde otemprano hará acto de presencia. Individuos, parejas, familias y hasta grupos sociales enteros, sin darse cuenta, pueden ser víctimas de un serio estado depresivo.
Es preciso estar alertay no dejarse llevar nada más por las apariencias. Una intervención a tiempo, es lo mejor para restablecer la salud; pero, ¿cuántos quieren seguir creyendo lo que les dicen sus ojos?
Así como al ver personas de rostros alargados por la tristeza, ojos caídos y voz doliente, nos aventuramos en el diagnóstico afirmando que están deprimidas,existen otras con rasgos que no son tan fáciles de clasificar.
La depresión, como entidad determinante de estados de ánimo permanentes, a veces se disfraza y hasta puede llegar avolverse invisible del todo. Cuando se esconde detrás de un ropaje distinto al que le caracteriza habitualmente, lo que observamos es un individuo alegre con exageración, indiferente aaquello que a otros preocupa, exhibiendo una actitud irreflexiva o lleno de una energía que ya quisiera para sí un superhéroe de la parafernalia cinematográfica.
En cambio, si el estilo depersonalidad no se presta para unos desplantes semejantes o si el abatimiento es tan grande como para poder procesarlo con un grado razonable de consciencia, los síntomas tienden adesaparecer por completo de la percepción, tanto propia como ajena.
El cuadro se reduce entonces, a una falta “normal” de alegría -es decir, la que define a la “gente seria”-; ciertodesgano al realizar el trabajo cotidiano; irritabilidad que no llega a la agresión; deseos constantes de dormir y hacerlo por largas horas; pérdida de intereses que antes eran motivadoresy, en suma, una baja general de la actividad emotiva.
Tales casos son poco referidos a tratamiento porque no producen mayor alarma. Sin embargo, la alteración está allí y tarde otemprano hará acto de presencia. Individuos, parejas, familias y hasta grupos sociales enteros, sin darse cuenta, pueden ser víctimas de un serio estado depresivo.
Es preciso estar alertay no dejarse llevar nada más por las apariencias. Una intervención a tiempo, es lo mejor para restablecer la salud; pero, ¿cuántos quieren seguir creyendo lo que les dicen sus ojos?
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