La estrella del botafogo
Enrique Bunster
Eruditos historiadores han precisado cómo fue descubierto el futbolista más grande de todos los tiempos y países. El hecho aconteció en la favela das Mariposas Azules de Río de Janeiro, a la sombra del Corcovado. Tití, de diecisiete años y vendedor de periódicos, no había jugado nunca a la pelota hasta el instante en que un impulso misterioso lo hizomezclarse con los muchachos que pateaban entre nubes de polvo. Repararon en él cuando despidió el balón como un proyectil, de extremo a extremo del campo, con un impacto detonante de su pie descalzo. Interrumpióse el juego y se quedaron contemplando al mocito de físico esbelto y ojos inquietos, que parecía el más sorprendido de todos.
- ¡Nadie puede cañonear así! -exclamó un chico de cuyosojos saltaban lágrimas-. ¡Por Dios, Tití; rompiste la pelota!...
De esta manera se dio a conocer el ilustre moreno que hoy es un recuerdo legendario en el prodigioso Brasil.
Nadie, que sepamos, ha conquistado la gloria como él lo hizo: ¡con un puntapié! De golpe y porrazo pasó a ser el ídolo de la favela. En su primera presentación dominical apabulló al cuadro enemigo por cuentaabrumadora. A los pocos días fueron a buscarlo a su vivienda mísera para llevárselo como un diamante en bruto a las oficinas del Club Botafogo.
Al preguntarle su nombre supieron que no tenía apellidos. Le llamaban Tití por su agilidad de animalito de la selva. Lo había recogido en Pelotas (Río Grande do Sul) una morena caritativa; de ahí el otro apodo de Recolhido. Le dieron ropa y por primera vezcalzó zapatos. También se preocuparon de nutrirlo, pues saltaba a la vista que estaba subalimentado...
Viéndolo expedirse en la cancha, dicen que dijo un experto: "¡Dios mío, qué va a salir de aquí!" Y al terminar la práctica, el entrenador lo besó en la frente, como consagrándolo.
De inmediato formalizaron la contratación; y entonces descubrieron que era analfabeto.
- Tendrás un profesor porcuenta nuestra -expresó el gerente comercial de Botafogo, señor Peixoto de Azevedo. No está de más que un futbolista sepa leer y escribir.
Firmó con una cruz y quedó ganando un sueldo equivalente al de un rector de universidad.
El crack inaudito remontó hacia la fama con rapidez de centella. En cuarenta y ocho horas se esparció la buena nueva: !Ha aparecido el delantero del siglo! Y losmísticos del balompié invadieron el estadio para presenciar su adiestramiento.
Cuando se anunció su debut, meses después, ya era célebre, y el crítico de O Globo escribió: "Delante de Tití, el gran Pelé hubiera parecido un anciano gotoso. El nuevo monarca juega como en estado de trance y con sabiduría inexplicable".
La tarde de aquel histórico domingo llovía con exageración. De las nubesbombardeadas por los truenos caía un diluvio que rebotaba por los barrancos de la jungla incrustada en la ciudad, anegaba las rúas de baldosas serpenteantes y lavaba los rascacielos adornados de azulejos y plantas paradisíacas. En el Estadio Maracaná, el más grande do mundo, doscientas cincuenta mil personas soportaban el aguacero a la espera de o Messias do Futebol. Paró de llover cuando laescuadra de Botafogo salió por el túnel, y al aparecer el Recolhido brilló el sol como alegrándose de verlo...
¡Digno saludo de un astro a una estrella!
A los pocos minutos de iniciado el encuentro llegó Tití frente al arco de Flamengo y disparó un pelotazo espeluznante que trizó el travesaño y dejó al guardavallas Nilton Coutinho encogido de pavor. A los catorce minutos embistió de nuevo ypateó a boca de jarro: el bólido cortó la red y aturdió a un fotógrafo. El griterío de la concurrencia pareció sacudir el embudo de concreto de Maracaná. Tití era el pateador más potente que hubiérase visto nunca... Pero era además inalcanzable, inatajable e inadivinable.
Corría con zancadas de orangután que hacían imposible prever en qué dirección daría el paso siguiente. Cambiaba...
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