La iglesia evangélica y la política -i-

Mario E. Fumero

Últimamente un prominente y respetado pastor evangélico ha declarado que es el tiempo de que la iglesia se envuelva en el quehacer político para desterrar de nuestro entorno la corrupción e injusticia. Dichas proclamas a simple vista parecen buenas, y no dudo de su sincero sentir, pero debemos pisar firme y claro dentro de este enfoque.
Es cierto que estamos enun marco de corrupción generalizado, de algunos políticos son hombres perversos, que han hecho del arte de gobernar un lucro, guiados por intereses oscuros y pecaminosos, pero pregunto: ¿Cuando no ha habido corrupción dentro de los gobernantes del mundo a lo largo de la historia? El predicar, enseñar y promover el poder de la iglesia para intervenir en política a fin de sanear la sociedad desdeel poder y convertir la misma en un sistema justo y sin corrupción me parece una utopía que llevara al fracaso la misión original del ser "iglesia de Cristo".
La historia es una gran maestra. Cuando Jesús comenzó su ministerio, dejo claro que con su mensaje y enseñanza formaría un reino justo (la iglesia) dentro de un reino injusto, el romano (Lucas 22:24-26), ratificando que su reinono era de este mundo (Juan 18:36), y definió claramente la separación de iglesia (o su reino) con los gobiernos terrenales (política) o estado (Marco 12:16-17). Tratar de involucrar a la iglesia, como institución divina, en la política humana es violentar las enseñanzas bíblicas (2 Timoteo 2:4) y conducirla a la contaminación del mundo.
¿En que fundamento mi argumento frente a tal afirmación?En dos hechos claros y precisos. El primero se encuentra en la historia misma. Siempre que la iglesia se ha unido al Estado, ha terminado contaminada y absorbiendo la corrupción y ambición del sistema, y si lo dudan, estudien la adopción del emperador Constantino a los cristianos en el año 313, y como esta alianza iglesia-estado degenero el mensaje bíblico, implantándose dogmas de hombres,corrompiendo la iglesia de forma tan absoluta que en la edad media cometió terribles errores inmorales. El segundo argumento que demuestra el peligro de que la iglesia intervengan, como institución, en la política radica en que el verdadero cambio de vida no se puede lograr desde una plataforma legislativa o impositiva, sino mediante la conversión y el nuevo nacimiento. No se puede detener el mal por lafuerza ejercida por una ley humana. La corrupción es la manifestación de varios pecados que nacen en el corazón del ser humano, como por ejemplo la codicia, ambición, usura, despotismo, soberbia, deseo de ganar mucho dinero sin trabajar productivamente etc. y estos pecado solo se pueden resolver mediane el arrepentimiento, y obtener de Jesús un nuevo corazón para forjar un hombre nuevo (Efesios4:24).
No es cambiar de religión o gobierno lo que produce en cambio verdadero, sino de mentalidad y actitud. De nada sirve leyes buenas con hombres malos. El fracaso del comunismo no radico en sus postulados de igualdad y equidad, sino en la forma en que los mismos se aplicaron, y en la naturaleza humana, viciada por el pecado. La corrupción de los Zares de Rusia no desapareció con el comunismo,sino que cambio de forma y nombre.
Debemos ser cuidadoso al afirmar que la Iglesia como cuerpo de Cristo debe ser o alinearse políticamente. Separemos el fin de la Iglesia respecto a la gran comisión, y su mensaje de salvación, a la libertad de conciencian de sus miembros para escoger el partido, color o equipo preferido. No confundamos nuestros intereses personales con los principiosbíblicos, y dejemos claramente acentuado que uno de los valores fundamentales de la herencia evangélica dejada por la reforma de Martín Lutero en el 1517 fue la separación de iglesia-estado y la libertad de conciencia, proclamando el énfasis al libre albedrío como un derecho humano fundamental, y claro esta, bajo este parámetro, los cambios no se imponen, sino nacen de una experiencia personal...