La muerte del espíritu
Todos los números pares siempre son la suma de dos números primos (no impares,no te confundas; he escrito "primos"). ¿Por qué? Ni se sabe. Es un misterio que ningún matemático, al día de hoy, ha sabido desentrañar. Sin embargo, dos más dos siguen siendo cuatro. Y todos tancontentos porque las ciencias exactas son útiles y no hay nada más útil que lo útil.
Pues como te iba diciendo: me molesta la presuntuosidad de quienes saben de antemano lo que hay qué pensar y cómohay que pensarlo. A la contra, siempre me ha encandilado la certeza de que existen materias, territorios de indagación, maestros, sabios que te enseñan a pensar pero no te dicen lo que tienes quepensar. Eso fueron siempre las humanidades para mí: el único camino coherente para aprender a pensar. En los demás paisajes, como con las aguas mansas, ya me valgo yo solito. Sé que la imagen puederesultar un poco grosera, pero ahí va: imaginen a un mozo en edad de crecer y alimentarse, al que sus progenitores abastecieran de abundante comida pero, ay, careciese de dentadura. También se puede comersin dientes, claro. Pero muy mal. Puede que hasta se olvide la manera correcta de hacerlo, lo que nos conduce al recuerdo quevediano del infeliz pupilo del Dómine Cabra, enfermo sin remedio de un hambremuy antigua, al cual, ya en lecho de muerte, llevaban sus compañeros de pensión algunas tajadas, por ver si lo reanimaban y salvaban in extremis; lo malo fue que el agonizante no atinaba a llevarse...
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