la realidad esperpentica

 La lectura escogida ha sido La realidad esperpéntica, de Alonso Zamora Vicente. He manejado la segunda edición ampliada de la editorial Gredos, Madrid, perteneciente a la Biblioteca Románica Hispánica.
Alonso Zamora Vicente nace en Madrid en 1916. Comenzó a estudiar en el Colegio español-francés de la calle de Toledo. Cursó bachillerato en el Instituto de San Isidro. Allí coincide con quienserá uno de sus amigos, Camilo José Cela.
La Guerra Civil interrumpe sus estudios universitarios, desarrollados entre 1932 y 1936, años en los que asiste a las clases de Tomás Navarro Tomás y trabaja en el Centro de Estudios Históricos con éste y con Ramón Pidal y Américo Castro.
Durante la carrera conoce a María Josefa Canellada, también filóloga, que mas tarde pasaría a ser su esposa. Editaobras de Tirso de Molina, Torquemada, Lucas Fernández. Hace estudios sobre las vocales andaluzas y las vocales caducas en el español mexicano. Lee a Marcel Proust, John Dos Passos y Retrato del artista adolescente de James Joyce traducido por su amigo Dámaso Alonso. También lee a todos los de la Generación del 98 y conoce personalmente a varios de la Generación del 27.
Su amigo Dámaso Alonso leanima a terminar la carrera en 1940 y un año más tarde, 1941, se doctora en Filología Románica con El habla de Mérida, estudio que sirve de modelo a los trabajos dialectológicos que se llevan a cabo en España después, hasta los años sesenta.
La relación de Alonso Zamora Vicente con Dámaso Alonso fue profundamente fructífera. Colaboraron en trabajos de investigación (Vocales Andaluzas), y AlonsoZamora Vicente sucede a Dámaso Alonso en la Cátedra de la Filología Románica de la Universidad de Madrid y como Secretario Perpetuo de la Real Academia Española. Cuando Dámaso fue su Director, desarrollaron una intensa y positiva labor frente a la Institución sin apenas medios económicos.
Antes de doctorarse por la Universidad de Madrid, aprobó en el año 1940 las oposiciones a Cátedra deInstituto Nacional de Bachillerato, escogiendo plaza en Mérida. Su estancia en dicha ciudad le sirvió para estudiar el dialecto extremeño y la literatura regional de José María Gabriel y Galán y Chamizo. Investiga también a Juan Pablo Forner y a Francisco de Aldana.
Acumula una biblioteca enorme que dona a la Universidad de Extremadura con el nombre de “Fundación Biblioteca Zamora Vicente”, la cual sehalla en Cáceres en un edificio del casco histórico de la cuidad al servicio de la Institución.
La Universidad Extremeña le confirió el grado de Doctor Honoris Causa.
En 1943 obtiene por oposición la Cátedra Universitaria de Lengua y Literatura españolas que ejerció en la Facultad de Filosofía y Letras de Santiago de Compostela hasta el año 1946, fecha en la que se traslada a Salamanca paraocupar la Cátedra de Filología Románica, que desempeñaría hasta 1959. En ambas universidades se le otorgó el grado Doctor Honoris Causa, pero esto ocurrió años después.
De 1948 a 1952 dirige el Instituto de Filología de la Universidad de Buenos Aires y funda y dirige la prestigiosa revista Filología. Eduardo Mallea le invita a escribir prosa literaria en La Nación y poco después extiende suscolaboraciones a Azul de Montevideo. Allí conoce a Julio Cortázar, Daniel Devoto, Josefa Sabor y Enrique Anderson Imbert.
En 1952 vuelve a España, en concreto a Salamanca, desde donde sigue colaborando en La Nación, Azul e Ínsula, y algunos años después en el diario Ya.
En 1954 inicia varios viajes como profesor extraordinario a la Facultad de Letras de la Universidad de Colonia, Heidelberg,Praga, París, Italia, Bélgica y Holanda.
En 1960 es nombrado Director del Seminario de Filología Hispánica de El Colegio de México y profesor extraordinario en la Universidad Nacional de México. Al año siguiente es profesor en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico. Marcha a Estados Unidos y, de vuelta a Europa, en 1963, visita las universidades de Copenhague y...