LA ROSA NEGRA

Capítulo 1

Conocimientos puede tenerlos cualquiera pero el arte de pensar es el más escaso de los regalos de la naturaleza…
Soy Richard Andrew Patterson un hombre de 35 años. He vivido varios años de mi existencia sórdido y aciago, a pesar de haber terminado mi carrera de Jurisprudencia en la Universidad de Harvard y conseguir un trabajo en la corte de justicia, eso no llenaba mis expectativas,hasta que un día decidí en que debía dejar de pensar en hacer algo, debía hacer algo.
Era primavera, 8 de Abril de 1950. Dos semanas atrás revisando mi correspondencia hallé una invitación a una reunión de ex alumnos de la Academic Magnet High School en Charleston, cabe recalcar que de momento me encontraba arrendando un pequeño departamento en Cambridge. Después de una larga noche demeditación en la penumbra de mi alcoba, esta me resultó una magnífica idea e incluso puse en consideración volver a mi antiguo hogar. Como no sentir nostalgia de Charleston una verdadera joya arquitectónica, sus calles pintorescas que te transportan en la historia y por ser exquisitamente rica en cultura.
Al día siguiente tomé todas mis pertenencias y emprendí mi extenso y agotador viaje en tren, queclaramente no fue tiempo perdido pues lo dediqué para releer varios de mis clásicos favoritos. Una vez en casa por primera vez en mucho tiempo sentí que estaba en el lugar indicado, la casa alberga un día soñando, protege el soñador y le permite a uno soñar en paz.
La mañana del 10 de abril, fue mi oportunidad de mirar en las memorias del pasado. Mi antigua secundaria, todo era prácticamente como lorecordaba, los salones y el aire de sabiduría entorno a ellos. Hubo algo que me llamo la atención, en una esquina muy solitario se hallaba un hombre con la mirada fija en un punto, pero hubiese podido jurar que lo estaba observando todo; era un tipo de mediana estatura en comparación conmigo que siempre eh sido de buena talla, además su piel era mucho más blanca, su cabello negro y lacio y susojos pardos verde azulados, contrario a mí un moreno de cabello castaño rojizo y ojos café. Y en efecto se percató que lo estaba observando e inmediatamente se irgo y caminó en dirección hacia mí, hubiese sentido un poco de temor pues era bastante fornido de no ser por una sonrisa de amabilidad que me brindó justo al situárseme en frente.
Hizo un leve asentamiento con su sombrero y dijo.-
-Sr.Patterson, un placer.
Lo miré con un gesto de asombro.
-¡Oh!, disculpe mi descortesía; mi nombre es Enzo Hamish Woerner, comprendo que no me recuerde o vagamente me haya visto deambular por los pasillos, pues no era de aquellos con facilidad comunicativa. Lo mío es la observación, el raciocinio; actualmente he ejecutado mi plan de vida. Me he convertido en un solicitado detective de la ciudad. Seha de preguntar usted cuál es el enfoque central de mi acercamiento. Bueno respondiendo a ello estoy formando mi grupo de trabajo, mi especialidad en sí es la criminología, así que cuento con la ayuda de un médico forense el Dr. Arthur Davenport y busco la colaboración de alguien en el área judicial y que este presto a ser mi asistente. Hice este comentario al Rector de la institución y me dioexcelentes recomendaciones de usted. ¿Entonces, le gustaría formar parte de mi equipo?
- Sr. Woerner, para mí sería un honor. La injusticia en cualquier parte es una amenaza a la justicia de cualquiera, y si tengo la posibilidad de detener las corrupciones haré todo lo que esté a mi alcance.
Quizá fue una respuesta prematura, pero fue lo que le otorgó un cambio radical a mi vida. Desde esamañana todos los días me reunía en el despacho de Enzo; él, el Dr. Davenport, un sujeto de 30 años de mediana estatura, cabello rubio y ojos color miel, y mi persona. Diariamente nos llegaban de uno a tres casos, rápidamente fui ganando experiencia además de la confianza de ambos. El detective era un individuo extraordinariamente inteligente y perspicaz, sin embargo impasible. Poder aprender de...