La Siberiada

EL ORIGEN DE LA CONCIENCIA DEL SER MUJER


Mi madre fue una mujer revolucionaria para su tiempo, el estilo de vida que disfrutó siendo niña y adolescente la eximían de las tareas domésticashabituales y propias de una mujer en su tiempo, ahora tendría 90 años de edad y por lo cual educó a sus hijas mujeres de una forma diferente, sobre todo a mí que fui la menor de una prole de 6 hijos, espor eso que pensé que no me alcanzaría esa forma de ser de las mujeres y pensaba: “yo por lo menos, declaro solemnemente que no estoy, que no he estado nunca ni en este ajo que ustedes comparten ni enningún otro”

Sin embargo, por un tiempo pernearon en mí tantas conductas esperadas del sexo femenino, estereotipadas en TV, habituales, destructivas, que me vi. inmersa en un camino de infelicidadpor algunos años.

Un extraño ser habita en mi, que me lleva siempre a la competencia, y tal vez no siempre mis actos obedecen al gusto por hacer las cosas sino se derivan de sentir la adrenalinadel poder y posiblemente acallando sentimientos de dolor, expreso: “Yo también soy una conciencia que puede clausurarse, desamparar a otro y exponerlo al aniquilamiento“.La indiferencia no sólo puedesaplicarla tu.

Sin embargo, siempre albergaba en mi la esperanza, o la reincidencia de querer que el proyecto de vida al que le aposté, al de la permanencia, felicidad, entrega absoluta con mipareja se hiciera una realidad entonces adquiría conductas de sumisión, de agradecimiento, de “amor “y aun con todo ¿me reclaman sobre mi virginidad? sentir que el esfuerzo, la ternura el buen trato no esen la misma proporción ni siquiera compartido, pregunto: “¿Y tu? ¿No tienes nada que agradecerme?”

En ese camino transité por muchos estadios, desde la dependencia absoluta, cuando me sentía muyvulnerable recién los hijos, y desempeñé y permití que me ”atribuyeran las responsabilidades y las tareas de una criada para todo. He de mantener la casa impecable, la ropa lista, el ritmo de la...