Lagalera

Páginas: 7 (1683 palabras) Publicado: 30 de abril de 2015
La galera
Por Manuel Mujica Lainez
¿Cuántos días, cuántos crueles, torturadores
días hace que viajan así, sacudidos,
zangoloteados, golpeados sin piedad contra la
caja de la galera, aprisionados en los asientos
duros? Catalina ha perdido la cuenta. Lo
mismo pueden ser cinco que diez, que quince;
lo mismo puede haber transcurrido un mes
desde que partieron de Córdoba arrastrados
por ocho mulasdementes. Ciento cuarenta y
dos leguas median entre Córdoba y Buenos
Aires, y aunque Catalina calcula que ya llevan
recorridas más de trescientas, sólo ochenta
separan en verdad a su punto de origen y la
Guardia de la Esquina, próxima parada de las
postas.

La señorita se arrebuja en su amplio manto
gris y palpa una vez más, bajo la falda, las
bolsitas que cosió en el interior de su ropa y
quecontienen su tesoro. Mira hacia sus
acompañantes, temerosa de que sospechen
de su actitud, mas su desconfianza se deshace
presto. Nadie se fija en ella. El conductor de la
correspondencia ronca atrozmente en su
rincón, al pecho el escudo de bronce con las
armas reales, apoyados los pies en la bolsa
del correo. Los otros se acomodaron en
posturas disparatadas, sobre las mantas con
las cuales improvisanlechos hostiles cuando el
coche se detiene para el descanso. Debajo de
los asientos, en cajones, canta el abollado
metal de las vajillas al chocar contra las
provisiones y las garrafas de vino.
Afuera el sol enloquece al paisaje. Una nube
de polvo envuelve a la galera y a los cuatro
soldados que la escoltan al galope, listas las
armas, porque en cualquier instante puede
surgir un malón de indios yhabrá que defender
las vidas.
La sangre de las mulas hostigadas por los
postillones mancha los vidrios. Si abrieran las
ventanas, la tierra sofocaría a los viajeros, de
modo que es fuerza andar en el agobio de la
clausura que apesta el olor a comida guardada
y a gente y ropa sin lavar.

Los otros viajeros vienen amodorrados,
agitando las cabezas como títeres, pero
Catalina no logra dormir. Apenassi ha cerrado
los ojos desde que abandonaron la sabia
ciudad. El coche chirría y cruje columpiándose
en las sopandas de cuero estiradas a
torniquete, sobre las ruedas altísimas de
madera de urunday. De nada sirve que ejes y
mazas y balancines estén envueltos en largas
lonjas de cuero fresco para amortiguar los
encontrones. La galera infernal parece haber
sido construida a propósito para martirizara
quienes la ocupan. ¡Ah pero esto no quedará
así! En cuanto lleguen a Buenos Aires la vieja
señorita se quejará a don Antonio Romero de
Tejada, administrador principal de Correos, y si
es menester irá hasta la propia Virreina del
Pino, la señora Rafaela de Vera y Pintado. ¡Ya
verán quién es Catalina Vargas!

¡Dios mío! ¡Así ha sido todo el tiempo, todo el
tiempo, cada minuto, lo mismo cuandocruzaron los bosques de algarrobos, de
chañares, de talas y de piquillines, que cuando
vadearon el Río Segundo y el Saladillo! Ampía,
los Puestos de Ferreira, Tío Pugio, Colmán,
Fraile Muerto, la esquina de Castillo, la Posta
del Zanjón, Cabeza de Tigre... Confúndense
los nombres en la mente de Catalina Vargas,
como se confunden los perfiles de las
estancias que velan en el desierto, coronadas
pormiradores iguales, y de las fugaces
pulperías donde los paisanos suspendían las
partidas de naipes y de taba para acudir al
encuentro de la diligencia enorme, único lazo
de noticias con la ciudad remota.
¡Dios mío! ¡Dios mío! ¡Y las tardes que pasan
sin dormir, pues casi todo el viaje se cumple de
noche! ¡Las tardes durante las cuales se
1

revolvió desesperada sobre el catre rebelde
del parador,atormentados los oídos por la
cercanía de los peones y los esclavos que
desafinaban la vihuela o asaban el costillar! Y
luego, a galopar nuevamente... Los negros se
afirmaban en el estribo, prendidos como
sanguijuelas, y era milagro que la zarabanda
no los despidiera por los aires; las petacas,
baúles y colchones se amontonaban sobre la
cubierta. Sonaba el cuerno de los postillones
enancados en...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS