Las lagrimas del angel
pero al ver llegar la ola corríahacia atrás. Ana reía y le decía: Cris, Cris, mira, son saladas las lágrimas. Luego se sentaba en la arena a la vera de su hermana y de su padre y miraba fija como rompían las olas en la roca. Su padre les decía: Ya es la hora de irnos, y las niñas recogían sus cubos llenos de conchas y de piedrecillas de colores. Ana se llevaba toda la tarde dibujando todo lo que había visto en la playa, mientras suhermana dormía plácidamente. Al llegar el siguiente día, volvía su padre a llevarlas al mismo sitio, donde se ponían a hacer castillos de arena y a recoger sus conchas, mientras su padre les decía: ¡Cris! ¡Ana! mirad esa caracola, cogedla y escuchar… Las niñas, para llegar al sitio donde se encontraba, hicieron carrera. Al llegar junto a la caracola, se sentaron cansadas en la orilla y empezarona chapotear sus pies dentro del agua. Con la caracola ya en sus manitas la acercaban a sus oídos y volvieron sus caritas hacia donde su padre estaba sentado. Le gritaron: Papá ¿por qué las caracolas tiene voz? Su padre las sonrió y las llamó junto a él. Dijo: Cris dame para escucharlas. Se llevó un rato con los ojos cerrados escuchando el sonido y luego, mirándolas, dijo a sus dos hijas: Ana,Cris, las caracolas guardan dentro, los cantos de las sirenas que viven debajo de las aguas, son hijas de los dioses del Olimpo. Ellas no entendían nada le miraron sorprendidas y le preguntaron, pero… ¿el mar tiene hijas? Él volvió a mirar a su hija Ana y le dijo: Sí Ana, es difícil de entender, pero el mar y el cielo se enamoraron y tuvieron sus hijos, unos viven en el mar y otros en el cielo. Cris,la menor, que casi no sabía qué pasaba dijo espontánea: Hermana, ¿los peces se meten dentro de las caracolas? Ana se rió a carcajadas y le dijo: No Cris, no son peces, dice papi que son voces y cantos de sirenas, niñas como nosotras que viven debajo de las lágrimas saladas. Como cada día, después de su baño, recogían sus cosas y volvían a casa.
Ese día, más extrañadas que cualquier otro,entraron corriendo. ¡Mami, mami! dijo Cris alterada. Cris, tranquila, respira, respondió su madre desde la cocina. ¿Sabes que el mar tiene voz? Su madre la cogió en brazos y le dijo a Ana: ¿qué está diciendo tu hermana? Ana suspiró y dijo, mirando con cara de tristeza a su padre, al ver que Cris no había entendido nada de lo que su padre les había explicado: Mami, papá nos dijo que las caracolas...
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