Las Religiones
Durante la Dinastía XVIII, los faraones egipcios habían magnificado la condición deciertas deidades singulares, como es el caso de Amón, a creadores universales con muchas manifestaciones, de manera similar a los conceptos trinitarios también encontrados en elcristianismo: la creencia de que un dios puede existir en más de una persona.1 Sin embargo, no se practicó el monoteísmo, excepto en el breve período del reinado de Ajenatón, el fundador delAtonismo.
Estas deidades eran adoradas con ofrendas y oraciones por los faraones, en los santuarios de los templos. El pueblo los veneraba durante las procesiones, expuestos en templetesexteriores, sobre barcas rituales portadas por los sacerdotes. Apoyados por la realeza, destacaron diferentes dioses en diversos períodos de la historia egipcia y los mitos asociadoscon ellos cambiaron con el tiempo, así que Egipto nunca tuvo una jerarquía coherente de deidades o una mitología unificada; sin embargo, la religión contenía muchas creencias generales.Entre ellas se encuentra la divinidad del faraón, que ayudaba a unificar políticamente el país,2 y creencias más complejas sobre una vida más allá, que dio lugar a la elaboración de lascomplejas costumbres funerarias egipcias: embalsamamiento, momificación, enterramientos rituales en ricos complejos funerarios, con templos funerarios, pirámides, mastabas, etc.
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