lenguaje, panel, borges
en Lugones, en Roberto Arlt, en Manuel Puig. Hay una manera de ver la política en la literatura
argentina que me parece más interesante y más instructiva que los trabajos de los llamados analistas políticos, sociólogos, investigadores. La teoría del Estado de Macedonio, la
falsificación y el crimen como esencia del poder en Arlt, la política como el sueño loco de la civilización en Sarmiento. En la historia argentina la política y la ficción se entreveran y se
desvalijan mutuamente, son dos universos a la vez irreconciliables y simétricos. Y esto fundamentalmente porque la escritura de ficción aparece como antagónica con un uso político
de la literatura.
La eficacia está ligada a la verdad, con todas sus marcas, responsabilidades, necesidad, la moral de los hechos, el peso de lo real. La ficción aparece asociada al ocio, la gratuidad, el
derroche de sentido, el azar, lo que no se puede enseñar, en última instancia se asocia con la política seductora y pasional de la barbarie. Existe un desprestigio de la ficción frente a la utilidad
de la palabra verdadera. Lo que no le impide a la ficción desarrollarse en el interior de esa escritura de la verdad. El Facundo, por ejemplo, es un libro de ficción escrito como si fuera un libro verdadero. En ese desplazamiento se define la forma del libro, quiero decir que el libro le da
forma a ese desplazamiento
. . Por último, se demuestra la relación paródica que Borges establece con el cuento detectivesco clásico, que subvierte la figura del racionalista triunfante, y se afirma la importancia
que se le asigna al lector, quien se hace parte de una búsqueda de sentidos que lo instalan en la
intertextualidad del relato. ...
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