Leonardo herrera
•
(Marcela)
N u n c a m e gustaron los velorios. Empezando p o r el olor. Cuando era chica creía que
era el olor de los muertos, y en realidad son las
f lores. Parece q ue así, todas juntas, en coronas,
d a n ese aroma tan horrible de los velorios.
L eticia m e avisó que la mamá de Rafael
h abía muerto. N o sabía nada, quiero decir, que
e staba e nferma. Pobre Rafael...M e v estí tratando de no usar u n color
f uerte. E stoy u n poco nerviosa. N o sé p o r qué,
a l o mejor p o r q u e es la primera vez que se
t rata d e alguien que y o conocía, quiero decir,
a lguien c o n quien estuve, hablé, y además es
Sergio Aguirre
l a m adre de u n amigo mío y eso es la otra c osa: q ué
La venganza de la vaca
(Leticia)
d ecirle a Rafael. Sé que nadie v a aestar a tento a lo que
N os c ayó como u n balde de agua fría, pobre Ra-
y o le diga pero n o quiero p asar u n papelón. Es estúpi-
fael. La última vez que lo v i me d ijo q ue la madre e sta-
do p ero es así. Le pregunté a mamá qué se dice en esos
ba u n poco decaída pero en ningún m o m e n t o me dio
m omentos y me miró como extrañada c o n la pregunta:
a e ntender quefuera grave, o a lo mejor él n o lo sabía,
" Nada, q ué le vas a decir. Vas para acompañarlo en ese
p obrecito. D ebe ser h orrible. C uando Cristina me llamó
m omento". M e dio vergüenza haberle preguntado. La
p o r t eléfono me largué a l lorar c omo u n a loca, n o sé,
v erdad es que con dieciocho años se supone que ya sé
e mpecé a temblar y se me llenaron los o jos d e lágrimasq ué decirle a u n amigo en el velorio de la madre.
y p apá a m i lado preguntándome qué había pasado y
V an a estar t odos. Creo que me da u n poco de
y o q ue no podía hablar, p ensaba e n Rafael, en su m a -
m iedo v olver a encontrarlos. N o sé p o r qué. O sí sé y es
má, p ero lloraba p o r q u e en ese m o m e n t o me acordé de
p o r q u e s iempre tuve la sensación deque ese g rupito era
lo otro, el año pasado.
m u y c errado. Las veces q ue estoy con ellos no dejo de
La muerte es h orrible. M e duele y me da bronca.
s entirme como s apo de otro pozo, y h asta m e extraña
C reo que p o r eso m i primer impulso fue llamar a M a r -
q ue Leticia me haya avisado del v elorio.
cela. Decirle.
A l o mejor son cosas m ías y me quieren más deLe avisé y le pedí que fuera al v elorio.
l o q ue pienso, qué se yo, no sería la primera vez que n o
m e d o y cuenta de algunas cosas, c omo cuando Raúl me
d ijo q ue estaba e namorado de mí desde el tercer año y
y o n i enterada.
(Carlos)
Rafael e staba m u y mal. N u n c a lo había visto así y
eso me impresionó u n poco, quiero decir, h a y p ersonas
q ue u n o n o puede imaginarllorando, o d esesperados
E ran cosas m ías, nomás. Y e staban t odos; Rafael,
y c uando los ve, n o sé, es como si fueran otros. M e dio
p o r s upuesto, Leticia, Carlos, Manuel, y Cristina y me t ra-
t anta tristeza que en u n m o m e n t o sentía que si l o seguía
taron c omo u n a de ellos. C o m o n o conocíamos a nadie
m i r a n d o m e largaba a l lorar y o también; noera p o r la
n os fuimos a otra salita, menos Rafael, pobre, que p o r
m amá, sino de verlo a Rafael.
a hí venía, c reo q ue para que Cristina lo abrazara y se
E stábamos todos, fue u n poco r evivir l o del año
v olvía a ir cuando llegaba algún pariente. N o hablamos
p asado. Pero a hora también e staba M arcela. S upuse q ue
d el c olegio y eso me gustó. La verdad es que y ono tengo
L eticia le había avisado, c o m o quedamos. Cristina pare-
m u c h a nostalgia, es más, estoy feliz de haber terminado
ció adivinar m i pensamiento p o r q u e en u n m o m e n t o se
l a s ecundaria y n o tener que verle la c ara a v arios...
m e acercó y me d ijo q ue teníamos que juntarnos, que
10
I!
Sergio Aguirre
y a era tiempo y que disponía de la casa d...
Regístrate para leer el documento completo.