Libertad comunicativa





Índice
Introducción… Pág. 3
Contexto histórico… Pág. 4
Normas de Derecho… Pág. 7
Análisis de la obra… Pág. 9
Autor… Pág. 13
Personajes… Pág. 14
Reseña de la obra… Pág. 17
Conclusión… Pág. 22
Bibliografía… Pág. 25

Introducción
La información como fuente de poder. José Sanclemente realiza, en su ópera prima, un ejercicio de ficción que podría asemejarse a cualquier texto quepudiéramos leer mañana en The New York Times –quizá salvando el hecho criminal-.
Extrañas ventas de empresas, espionaje a través de la Red, censura previa, los periodistas como simples marionetas, las altas esferas como imperios infranqueables… Todo forma parte de la obra de Sanclemente. Todo guarda una terrorífica similitud con nuestro presente.
“Tienes que contarlo” es una novela paradisfrute del lector -trepidante en su desarrollo-, pero para disgusto de los periodistas. El reflejo de una redacción sumida en la incertidumbre, el declive del papel frente a la poca rentabilidad de los medios online. La novela como denuncia, como debate moral.

Contexto histórico

“Tienes que contarlo” se desarrolla en Barcelona. Una ciudad por la que el autor siente un amor profundo. Y así nos lomuestra en la obra.
Las descripciones de las calles, los edificios, los clubes y los bares, incluso su devoción por la gastronomía destilan una aroma pasional. Lugares tan simbólicos de la Ciudad Condal como el Born, el Barrio de Gracia, la Barceloneta o el Raval, son a menudo frecuentados por los personajes. Sanclemente sabe reflejar esa esencia bohemia que desprende Barcelona.
El segundoescenario importante es la ciudad que nunca duerme: Nueva York. Durante un breve tramo de la obra, el autor sitúa a tres personajes (Leire, Paola y Patrizia) en la capital del mundo. Vuelven a ser recurrentes las descripciones detalladas y mimadas. De nuevo, Sanclemente, que ha vivido tanto en Barcelona como en Nueva York, nos declara abiertamente que su amor por ambas ciudades es sempiterno.
Nohay que alejarse mucho de nuestra época para establecer un marco histórico para la obra. Sanclemente no cita un año concreto, pero los hechos que suceden paralelamente a la trama central, otorga las pistas suficientes para saber que nos encontramos concretamente en el año 2011. El movimiento 15-M (u Occupy Wall St.) era protagonista de la actualidad y es, de hecho, uno de los motores indirectos enel desenlace de la obra.

Estamos sumidos en una profunda crisis económica, a la que además acompaña una era de progreso tecnológico. Y ni lo uno ni lo otro es bueno para los medios de comunicación. Ambos factores quedan reflejados en la obra.
Los medios asaltaron internet ofreciendo información gratuita, cuando en la calle se seguían (y se siguen) vendiendo informaciones a cambio de dinero.La Red propulsaba la inmediatez, el papel quedó relegado, por tanto, a un plano secundario: la reflexión profunda. El dilema llegó más tarde, cuando se descubrió que la rentabilidad online sólo sería sostenida por una financiación publicitaria que, progresivamente, ha ido diluyéndose debido a la crisis económica. Llegó después la retirada de los corresponsales, y la información internacional sesirve en el mismo plato que las agencias de información sirven. Cada uno coge lo que quiere, pero al final, no deja de ser un producto homogéneo sin personalidad propia.
Mención aparte merece el tema del espionaje. Por todos es sabido que en el último año numerosas acusaciones han destapado a Estados Unidos como el gigante en el mundo del ciberespionaje –si es que no era oficiosamente conocido-.Desde el escándalo con Wikileaks, y más tarde con el “caso Snowden”, el mundo cibernético ha puesto en pie de guardia a los internautas que vagaban y publicaban a sus anchas sus intimidades mejor escondidas. Cierto es que desde el atentado de las torres gemelas, Estados Unidos ha acentuado su seguridad, y la Red no era una excepción.
Por tanto, nos econtramos en una era realmente cercana. Una...