Libre comercio
Un triunfo según algunos, en un momento en el que como apuntaba la semana pasada The Economist, la crisis ha frenado laglobalización.
El acuerdo con Canadá es para los europeos la antesala de un proyecto todavía mayor, la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión, que apenas ha empezado a negociarse con EstadosUnidos hace unos meses.
Conversaciones todavía embrionarias y ‘accidentadas’. Si en el mes de julio, comenzaron con el escándalo del programa de espionaje Prism como trasfondo, en octubre setuvieron que cancelar debido al ‘shutdown’, el cierre de Gobierno de Estados Unidos.
Si todo va bien, en diciembre se retomarán. No es poco lo que está en juego. La Comisión Europea argumenta que supondráuna ganancia de entre el 0,5% y el 1% del PIB, y un aumento del poder adquisitivo de 550 euros para una familia europea con dos hijos.
El instituto alemán IFO estima que se podrían crear 400.000nuevos empleos en Europa. Y es que Estados Unidos y Europa representan el 40% del poder adquisitivo del mundo. Sería la mayor zona de libre comercio del mundo, con 800 millones de habitantes.
Españatambién tiene sus intereses particulares porque sectores hasta ahora muy cerrados al otro lado del Atlántico, como la construcción o el transporte. Son los mercados de la contratación pública protegidos porel ‘Buy American Act’.
También el automóvil ha puesto sobre la mesa una serie de propuestas que defienden, se deben unificar las legislaciones para que un coche fabricado en Europa no deba...
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