libro interesante

Era una linda mañana no muy diferente a las otras, a excepción de que era una mañana especial. No estaba acostumbrada a despertarme temprano, pero igual estaba emocionada por lo que no era un día cualquiera; el primer día de clases. En contraste con años pasados, no esperaba conocer muchas personas nuevas. Aunque siempre he sido del tipo de persona sociable, hacer muchos amigos no estaba en misplanes ya que comenzaba cuarto grado de bachillerato y los grupos ya habían sido formados años anteriores. Con lo que no contaba era con los repitentes. Tener que fingir que me interesan las interminables historias de verano de mis compañeros ya era castigo, ahora, sumarle las historias de nuevas personas que recién conoces, yo tengo un nombre para eso, martirio.
Entramos y lo primero quehicieron los maestros fue dirigirnos al coliseo, que no es más que una cancha junto a una gradería, rodeada por dos rampas y protegida por un techo sostenido por seis columnas. A medida que el coliseo se llenaba, el ruido incrementaba a tal punto de fastidiarme, pero traté de distraerme buscando conversación con las personas que estaban a mi alrededor. El reencuentro con mis compañeros de tercero fuealgo que no esperaba; fue tranquilo. Muchos de ellos se habían hecho cambios físicos como pintarse el cabello o colocarse ortodoncia así que traté de felicitarlos o mostrar mi aprobación aunque no me interesaba, lo cual hizo que la atención se concentrara en ellos por unos minutos. La ceremonia inició con una charla por parte del rector y la presentación de maestros, nada fuera de lo común. Admitoque no conocía a ninguno de los docentes ya que esta vez estaba en la jornada de la mañana. Lo que sucede es que los grados primero, segundo y tercero de bachillerato, en esta institución, son cursados en la tarde, los tres siguientes, en la mañana. Dejaron la distribución de grados para el final comenzando por cuarto, luego quinto y por último sexto. No fue una sorpresa que me asignaran a cuartoD, ya que todos los años he estado en el D. Sería un problema si decidieran cambiarme justo ahora que ya soy parte de una familia, la familia D. Cuando es momento del llamado, los profesores asignados a los grados son los encargados de leer la lista del grado al que lo asignaron, y por lo que veo, este año nos asignaron a la profesora de emprendimiento. No sé cómo sea ella, pero al parecer esbuena, porque cuando el rector la coloca en el grupo cuatro D, unos aplauden, otros chiflan y otros suspiran decepcionados porque no les tocó con ella. Como sea, se supone que debemos colocarnos de pie y organizarnos en dos hileras a medida que dicen nuestros nombres, una de mujeres y otra de hombres. Cuando me llaman me pongo de pie y me coloco justo detrás de Eliana Franti, por mi apellido, Ferrer.Terminan el llamado y nos llevan hacia nuestro nuevo salón (espero que sea en el primer piso porque eso de estar subiendo escaleras no es lo mío), que es en el segundo piso (hurra) casi al final del pasillo (¿no pudieron encontrar uno más lejos?, ahh claro, el último salón del pasillo, que está justo a nuestro lado. Hubiera podido ser peor.).
A medida que pasa la mañana y pasamos tiempo con lamaestra de emprendimiento (que por cierto acabo de descubrir su nombre, Gina) me doy cuenta de que, aunque es un poco sentimental, podría hacer parte de la lista de mis maestros favoritos. Como todos los años, se ha convertido en ritual tener que presentarte delante de todos, lo cual no me molesta en absoluto. Nunca he tenido ese pánico escénico de atormenta a los demás, sino que por el contrario, medivierte hablar en público. Como somos un grupo de antiguos, casi entre todos nos conocemos, a excepción de unos cuantos (que incluyen nuevos y repitentes) que veo por primera vez, sea por que entraron nuevos a la institución o porque sencillamente nunca me había fijado en ellos; la cosa de hablar frente a todos no se hace dificultosa. La presentación consta de tres preguntas sencillas: para...