licenciado

En la generación actual de jóvenes, existe un deber moral para con la historia nacional, y consiste precisamente en recuperar, difundir e interiorizar la memoria colectiva de nuestras generacionespasadas; nuestra conducta ha de ajustarse a la de todas y todos aquellos que lucharon a cambio de construir una Nicaragua más justa, en libertad y solidaridad.

A finales del siglo XIX, el pensador ylíder cubano José Martí señalaría que la principal tarea de los jóvenes sería, en primer lugar, la de conocerse; y segundo, la de crear e innovar. Los jóvenes tienen que entender “que se imitademasiado, y que la salvación está en crear”. De igual manera, para los años 90 del siglo XX, diversos estudios señalaban el marcado individualismo presente en la juventud latinoamericana; y así también, eneste mismo sentido, el historiador británico Erick Hobsbawm, en su obra “Historia del Siglo XX” (1998), llegaría a destacar que “en su mayor parte, los jóvenes (…) de este final de siglo crecen enuna suerte de presente permanente sin relación orgánica alguna con el pasado del tiempo en el que viven”.

Hoy, en pleno siglo XXI, en que se avizora una juventud nicaragüense que se involucra yparticipa; ésta, más que nunca, debe estar consciente de su devenir para con la nación; pero sin conciencia social y sin una memoria colectiva que reluzca, la juventud seguirá inmersa en una culturapolítica parroquial (desinterés y rechazo hacia lo político) o de súbdito (participación en la esfera política sin auténtica conciencia socio-política), que no les permita comprender su función vital dentrode la sociedad.

A manera de ilustrar: los levantamientos de masas que se escenificaron en el siglo pasado en Centroamérica, y América Latina en General, podrían comprenderse a partir de laanamnesia (recuerdo del pasado y concientización) que muchos de los partícipes en dichos procesos experimentaron para poder emprender acciones de cambio: un Simón Bolívar; un José Gabriel Túpac Amaru en el...