Licenciados

J. Manuel Díaz

Amo la soledad, aunque rechazo la solitariedad.

2 ME IRÉ CALADAMENTE J. MANUEL DIAZ

Nos vamos poniendo viejos, mi querido corazón, cada vez nos cuesta menos aceptar esta realidad. Empezamos a descender la cima hasta donde subimos una vez. Ya no miramos de frente hacia el horizonte, el sol nos va quedando atrás. No hemos sido muy amigos de las nostalgias porque nos hacenperder las perspectivas. Entonces nos queda la pausa al caminar; la tranquilidad de lo vivido y lo que podemos llamar experiencia. Más allá, nada más queda. Todo lo demás va perdiendo deseo. Nos anima la certeza que valió la pena vivir. Lo vivido ha sido más que lo añorado. Cuando la misma vida nos posibilitó esta existencia nos mostró el qué y el cómo asumirla. Ahora, cuando han pasado losciclos, hacer balance no sirve de nada y tú lo sabrás porque hemos vivido y hemos sido suficientemente felices como para evitar quedarnos en lo que pudo haber sido y no fue. Lo que fue, fue lo que debió ser. No se te haga extraño entonces que hoy me niegue a decirte si aún quiero algo más. No. Tan sólo quiero saborear lo que he recibido como persona que ha vivido. No puede un ser vivo preocuparse másallá de lo vivido porque lo que no se ha vivido queda en la especulación de lo que podría vivirse. Es como si un canario quisiese preguntar si habría una melodía mejor para haber sido silbada, luego de que su canto ya no se oye porque se ha apagado su trinar.

3 ME IRÉ CALADAMENTE J. MANUEL DIAZ

El preludio y el interludio ya están a unos pasos a la zaga. Viene el postludio. Y es aquí donde elauditorio queda atrapado en el acto final del actor. No se aplaude por lo que va a suceder, sino por lo que sucedió. Vivir es una obra de arte que siempre quedará inconclusa.

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4 ME IRÉ CALADAMENTE J. MANUEL DIAZ

Tú y yo sabemos que no existe correspondencia entre la vejez y la madurez. Envejecer no es madurar. Mientras nos hacemos viejos perdemos rigidez y nos hacemos más flexibles,más serenos, más dóciles. Seguimos cometiendo errores, pero evitamos consumar los ya cometidos. Y es eso lo que nos ha dado sentido. Aunque vivamos sin arrepentimientos haciendo que cada día nos dé su propia historia. Jóvenes fuimos y hemos envejecido. Como cualquier ser viviente nos hemos llenado de días y sentimos en el cuerpo la experiencia del desgaste que produce el oxigeno y el hidrógeno a todolo que hay en este Planeta. Cronométricamente sentimos el paso de las jornadas. No tenemos una receta para revertir esta rutina. Ese es el resultado de habitar en un planeta que gira sobre su propio eje y trasladarse alrededor de un gran astro; de no ser así, estaríamos tú y yo en un eterno día, o en una eterna noche. Este hecho nos hace conscientes del paso de los días, de los amaneceres y delos atardeceres. Mientras viajamos por el universo a bordo de este barco llamado Tierra, vamos quedándonos en silencio guardando las ideas como a viejos tesoros, comenzando a acumular pequeños trozos de recuerdos, (una canción, un
poema no concluido, un paisaje, un atardecer, un amanecer, una sonrisa inadvertida, un chiste, una noche, un vaso de vino, un abrazo, un beso furtivo, una caricia noesperada, un adiós, una prenda o un obsequio no merecido, una foto, cualquier cosa sin sentido… ), sin

detenernos a pensar que mientras menos equipaje, más manso se hace el viaje y más placentero se llega a la ausencia.
5 ME IRÉ CALADAMENTE J. MANUEL DIAZ

La imposibilidad de mojarse dos veces en el mismo río nos insta a recoger lo que vamos encontrando en el camino. Somos coleccionistas deinstantes. Sólo de esta manera constatamos el paso de las fechas.

Debido a la memoria, a ese proceso de almacenamiento y recuperación de la información en el cerebro, nos instalamos en el “fue” y en el “será”, y nos perdemos del “ya”. Dicha y fatalidad juntas. Entre la memoria y el olvido, hallamos más placer en la indiferencia. Los recuerdos no abrazan, sólo nos permiten asimilar el trascurso...