limpiaparabrisas

s lamentable que cada vez que se plantea una iniciativa formal para intentar facilitar el acceso al empleo regular a los miles y miles de desempleados adultos, jóvenes y adolescentes que ansíanganarse la vida, y que están haciendo cola para ingresar al estrecho mercado de servicios, aparezcan dirigentes sindicales y “expertos” de ONG que saltan para oponerse a ella con irritación.

Reaccionancontra las propuestas que buscan flexibilizar las rígidas exigencias de la actual normativa laboral y que hoy están cerrando el mercado de trabajo a tanta gente. Quienes se oponen, descalifican losnuevos proyectos, argumentando falacias contra dichas iniciativas, adoptando un aire dramático y afirmando que las nuevas condiciones de contratación que se proponen “atentan contra los derechos de lostrabajadores”, dicen que instalan la posibilidad de la explotación, que reintroducen la esclavitud y otros desatinos del mismo estilo.

Los que se niegan a aceptar estas propuestas de mitigación delgrave problema social aludido no plantean alternativa alguna de solución. En verdad, NO saben qué hacer con la mano de obra ociosa en nuestro país, con esa gente que difícilmente vaya a encontrarempleo porque nadie quiere arriesgarse a contratar personas adultas o jóvenes por el riesgo de no poder eventualmente reemplazarlos por otros más aptos, a causa de las inflexibles reglas laborales. Aquíes bueno recordar que el Código Laboral actual solo protege a una ínfima proporción de la fuerza laboral del país, lo que lo convierte en una ley socialmente injusta e insolidaria.

Comoconsecuencia de esta guerra intransigente contra toda iniciativa de flexibilización de las actuales rígidas exigencias legales laborales, entristece ver a niños y adolescentes en las esquinas, ejerciendo lamendicidad, vendiendo aceite o vino de contrabando. Son paraguayos que podrían tener oportunidades de trabajar regular y formalmente en el sector privado si no fuera porque las inflexibilidades que se...