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Temprano por la mañana, incluso a esas horas en las que deberían estar durmiendo normalmente, fue el momento para Lu Han y su novia de ir hacia el aeropuerto. Para hacer las cosas más simples, tomóun taxi hacia dicho lugar. Realmente no tenía ganas de conducir a esas horas.
Las maletas estaban listas, el pasaporte siempre intacto y a la mano para viajar, debido a sus carreras de cantantes.
—Son... Quince horas de vuelo y sin escala —Dijo Lu Han una vez estuvieron en el aeropuerto de Incheon, esta vez no habían fans sacando fotos—. Supongo que sólo dormiremos.
A pesar de que había un parde ojos curiosos mirándolos, Lu Han tomó el rostro de la menor entre sus manos y dejó un pequeño beso sobre sus labios.
— No te preocupes por nada, yo me encargaré de todo —Susurró contra suslabios, con una ligera sonrisa dibujada en él—.
Miró el reloj, a las cuatro de la mañana salía el vuelo, así estarían en Nueva York a más tardar a las siete de la tarde. Faltaba muy poco para despegar, asíque pronto podrían volver a dormir, dentro de la comodidad del avión.

Con bastante pesadez se levantó, conociendo perfectamente de lo dormilona que se había vuelto en estas últimas semanasjustamente por el exceso de su trabajo; pero la ocasión lo meritaba.

Lu Han ya se había encargado de todos los preparativos, y ella, con la debida anticipación, preparó tan sólo sus maletas. De ese modo,ya por la mañana, no tendría ninguna prisa o cosas por las que olvidaría.
Luego de haber salido de casa sintió esa extraña sensación de nostalgia, reconfortándose con la sola idea de que estaría alado de su novio y que traía consigo a su peluche de Stitch.

Al cabo de un tiempo, Lu Han consiguió un taxi y juntos lo abordaron hasta llegar al aeropuerto. Cuando llegaron, ella permanecía bajoinfluencia del sueño, pues aún era muy temprano para ella; demasiado temprano la verdad. Y si lograba caminar, era porque estaba sujeta al brazo del mayor. En este momento no tenía ni la más mínima...