Lo Negativo En Hegel

LO NEGATIVO EN HEGEL
D’Hondt, Jacques, Hegel y el hegelianismo. México: Publicaciones Cruz. 2010.

Hegel utiliza la dialéctica ascendente –la cual parte de las determinaciones más abstractas, resultado en el espíritu humano, de una alta cultura para remontar por grados hasta la Idea—, para analizar la historia del hombre [continua en sus discontinuidades, al ritmo mismo del desarrollo delespíritu, contradictorio y unitario a la vez], de la recuperación y de la re interiorización del mundo exterior natural. El concepto está rencarnado en el hombre, quien reconquista la naturaleza y la restituye a la Idea. Dicho proceso lo vuelve objetivo, lo realiza como espíritu y por consiguiente el hombre tiene que ver con el destino espiritual del mundo. Esto forma el objeto de la Fenomenología delespíritu. En pocas palabras, todo depende de todo y el desarrollo del proceso es circular, concéntrico: “un círculo de círculos”. Cada ser y cada objeto aparece como un sistema o como un organismo que goza de una independencia relativa pero en un sistema subordinado a otros sistemas más amplios y controlado por ellos, en una jerarquía que crece hasta la totalidad.
Ahora bien, para Hegel, estesistema especulativo —entendiendo especulativo como “captar los momentos opuestos en su unidad” (X, I, 122) o “tener ante sí la contradicción y resolverla” (XIX, 656)— tiene momentos, y uno de ellos es lo negativo. Puesto que dicho sistema consiste “en un proceso de desarrollo que vuelve circularmente sobre sí mismo y que contiene momentos diferenciados; su presuposición (Voraussetzung) es su propioresultado (XI, 456). El Absoluto no puede reconocer otro status que su total libertad […] Cada realidad particular, relativa, finita, definible, es el resultado de una diferenciación y, por tanto, de una negación de la Totalidad; toda determinación es negación (XI, 525; Spinoza omnis detrminatio est negatio) […] Cada realidad asignable, cada tipo de pensamiento debe determinarse como un momentointerior del absoluto y derivarse de él por negación” (p. 66).
Hegel, pues, examina por medio de proposiciones especulativas, presentando la identidad positiva del contradictorio, la noción más abstracta: la del ser; luego, muestra que ésta implica el no ser; después, que el ser y el no ser son dos momentos abstractos del devenir. En consecuencia, el absoluto es sujeto-objeto y todo objetoparticular, “toda realidad determinada y definible, toda “determinación” no puede sino resultar en una diferenciación interna, de una negación de la totalidad absoluta, de una división (Ur-teil), de una negación interna” (p. 73). Esta identidad, por supuesto, implica al mismo tiempo una oposición, sin la cual se vería desprovista de sentido: sujeto y objeto se definen por contradicción el uno del otro.“Cuando la unilateralidad y la particularidad se han desplegado al extremo se invierten, devienen su contrario, se funden con sus antagonistas en una unidad superior” (p. 80-81).
Esto supone que en toda oposición la actividad de cada parte implica la del otro; en su negación y por ella, los dos se ligan, conjuntamente, en una solidaridad íntima. “Uno no es, jamás, sino el ‘doble negativo’ del otro”(p. 82). En otras palabras, los contradictorios se condicionan y se dan forma mutuamente. Hegel expresa esta idea en fórmulas como “El lazo del lazo y del no lazo”, “la identidad de la identidad y de la contradicción” (IV, 140).
Hegel, en tanto dialéctico, expresa: “Yo soy el combate, pues el combate es, precisamente, un conflicto que no consiste en la indiferencia del uno ante el otro, de dosantagonistas en tanto que ellos difieren, sino que consiste, por el contrario, en el hecho, para ellos, de estar ligados conjuntamente. Yo no soy uno de los que está comprometido en el combate, sino que soy los dos combatientes y el combate mismo. Yo soy el agua y el fuego que entran en contacto, yo soy el contacto y la unidad de lo que se rechaza. Este mismo contacto es equívoco, conflictivo...