Lo Ominoso

Freud, "Lo ominoso"

Lo ominoso pertenece al orden de lo terrorífico, de lo que excita angustia y horror. Lo ominoso es aquella variedad de lo terrorífico que se remonta a lo consabido de antiguo, a lo familiar desde hace largo tiempo. No todo lo nuevo y familiar es terrorífico. Lo novedoso se vuelve facilmente terrorífico y ominoso; algo de lo novedoso es ominoso, pero no todo. A lo nuevo y nofamiliar tiene que agregarse algo que lo vuelva ominoso. Lo ominoso sería algo dentro de lo cual uno no se orienta.
La palabra Heimlich muestra tambien uno en que coincide con su opuesto unheimlich. Por consiguiente, lo heimlich deviene unheimlich. La palabra heimlich no es unívoca, sino que pertenece a dos circulos de representaciones que, sin ser opuestos, son ajenos entre sí: el de lo familiary agradable, y el de lo clandestino, lo que se mantiene oculto.
"El hombre de la arena"
El estudiante Nathaniel, de cuyos recuerdos infantiles parte el cuento, no puede desterrar, los recuerdos que se le anudan a la enigmática y terrorífica de su amado padre. La mdre solía mandar a los niños tempranos a la cama con esta advertencia "¡Viene el hombre de la arena!" y en efecto, en cada ocasión elniño escuchaba los pasos sonoros de un visitante que requiere a su padre para esa velada. La madre, preguntaba acerca del Hombre de la Arena, niega que existía. Es un hombre malo que busca a los niños cuando no quieren irse a la cama y les arroja puñados de arena a los ojos hasta que estos, bañados en sangre, se les saltan de la cabeza; despues mete los ojos en una bolsa, y las noches de cuartocreciente se los lleva para darselos a comer a sus hijitos, que estan en el nido, y tienen unos piquitos curvos como las lechuzas; con ellos picotean los ojos de las criaturas que se portan mal.
Resolvió averiguar el aspecto que tenía, y un atardecer en que otra vez lo esperaban se escondió en el gabinete de trabajo de su padre. Al llegar el visitante, lo reconoce como el abogado Coppelius.Identifica a ese Coppelius con el temido Hombre de la Arena. El pequeño espia escucha exclamar a Coppelius: ¡Ojo, ven aqui! ¡Ojo, ven aqui!; el niño se delata con sus gritos y es capturado por Coppeliusm quien se propone echarles a los ojos unos puñados de carboncillos ardientes tomados de las llamas, para despues arrojar aquellos al brasero. El padre intercede y salva los ojos del niño. Un profundodesmayo y una larga enfermedad son el desenlace de la vivencia. En lugar de puñados de arena, son ahora puñados de carboncillos llameantes. Un año despues, tras otra visita del Hombre de la Arena, el padre muere a raíz de una explosición en su gabinete de trabajo, Coppelius desaparece del lugar sin dejar rastros.
Luego, el estudiante Nathaniel cree reconocer esta figura terrorífica de su infancia en unóptico ambulante, llamado Coppola. Decía ¡Vendo tambien bellos ojos, bellos ojos!. Le compra a Coppola un prismático de bolsillo con el que espía la casa lindera del profesor Spalanzani, donde divisa a su hija Olimpia. Se enamora perdidamente de ella, hasta el punto de olvidar a su inteligente y serena novia. El estudiante sorprende a los dos maestros disputando por su obra; el óptico se lleva a lamuñeca de madera, sin ojos, y el mecanico Spalanzini arroja al pecho de Nathaniel los ojos de Olimpia, que permanecían en el suelo bañados en sangre; dice que Coppola se los ha urtado a Nathaniel. Este cae presa de un nuevo ataque de locura en cuyo delirium se aúnan la reminiscencia de la muerte del padre con la impresión freca; "¡Uy, uy, uy! ¡circulo de fueg. circulo de fuego!¡Gira, circulo defuego, lindo ,lindo! ¡Muñequita de madera, uy, bella muñequita de madera, gira!". Se arroja entonces sobre el profesor, el presunto padre de Olimpia, con ánimo de estrangularlo.
Nathaniel parece al fin sano. Ha recuperado a su novia y se propone desposarla. Ellos pasean por la ciudad junto con el hermano de ella. La muchacha propone a su novio subir a la torre, en tanto el hermano de ella...