Los Dioses Y La Religión En La Iliada
Páginas: 6 (1349 palabras)
Publicado: 14 de junio de 2012
Los Dioses y la Religión en La Ilíada
Es sabido que se debe a Homero –sin importar quién o qué haya sido realmente- el concepto y conocimiento actual de la mitología griega. Es lógico, dado que su obra relata la historia y detalla las características de una época determinada de la Grecia antigua, y, al describir o estudiar esta sociedad, uno de los rasgos más evidentes es laprimacía que tiene lo religioso en la vida del griego antiguo. Prueba de ello es el inicio del relato de La Ilíada, en el que inmediatamente el aedo alude a una deidad: “Canta, oh Musa, la cólera del pelida Aquiles…” (1). No se puede siquiera iniciar un relato sin nombrar a la deidad que hace posible que el poeta enuncie tal relato. De ahí en adelante se nombrará en numerosas oportunidades lo importanteque es hacer siempre la ofrenda al dios, so pena de desatar su ira; y cómo los mortales y semi-dioses acuden a los dioses cuando necesitan de su intervención. Las deidades se presentan corpóreamente ante los mortales, intervienen sin previo aviso y de manera reiterada. Se puede afirmar con certeza que en la obra la intervención directa de las divinidades es algo totalmente natural y tremendamentefrecuente en la vida cotidiana.
El dios griego influye en el hombre porque decide qué sucede en su vida, en las batallas, en los romances, en el clima, en todo lo que su poder permita. Pero el dios también depende del mortal: le obsesiona, se involucra en sus conflictos, se escandaliza ante sus actos, se compadece ante su sufrimiento, se complace ante su belleza; luego actúa e influye. Eldios de La Ilíada comparte el día a día con el mortal, comparte su lucha, su conversación, su mesa y su cama. El mortal puede enfurecerlo, enamorarlo, engañarlo e incluso herirlo físicamente, como ocurre en el canto quinto, cuando Diómedes hiere a Afrodita (81) y luego a Ares (93), y Dione relata que ciertos mortales podrían incluso haber matado al segundo en otra ocasión (82). Hay tal cercanía ysimilitud entre dioses y mortales que es difícil diferenciarlos: en un pasaje de La Ilíada, Atenea concede a Diómedes la capacidad especial de distinguir entre humanos y dioses: “Cobra ánimo, Diómedes (…) aparté la niebla que cubría tus ojos para que en la batalla conozcas a los dioses y a los hombres”(76).
A veces pareciera que los dioses intentan mantenerse alejados de los asuntos delos mortales, como se relata en el canto primero, cuando Tetis ruega a Zeus que intervenga y este se muestra reticente al principio (21). Pero, por más que pretendan mantenerse impertérritos y objetivos, finalmente sucumben a sus pasiones e intervienen- así como finalmente lo hace Zeus en tal ocasión- de las más diversas formas en las vidas de los humanos. Así, por ejemplo, sabemos que fue Apoloquien intervino para que Criseida regresara a casa (10), que es Hera quien salva a Aquiles de ahogarse en manos de Escamandro (345), que es Atenea quien engaña a Héctor y lo pone en manos de Aquiles (358), y múltiples otros ejemplos. Parece increíble que el griego acepte, confíe y respete a unos dioses tan imparciales e imperfectos, que parecen incluso jugar con ellos como quien disputa unapartida de ajedrez. ¿Por qué lo hace? Porque es propio, es un reflejo, y puede identificarse fácilmente con algo tan similar. Los dioses griegos, como es sabido, tienen un carácter profundamente humano. Para el hombre que nos presenta Homero, el dios es un superior, pero a la vez un semejante. Se le teme, se le adora, pero también se le critica, se le exige. El dios griego es desastroso, complejo:Caótico como la vida misma, como la guerra misma. Lo último es realmente importante para el mundo retratado en la obra. Su inconstancia, su ira, su violencia, lo impredecible y variable que es cada dios, son características necesarias para explicarse un entorno tan belicoso como aquel en que se sitúa el contexto de la obra.
En comparación con el Yahvé del Génesis se distingue una diferencia...
Es sabido que se debe a Homero –sin importar quién o qué haya sido realmente- el concepto y conocimiento actual de la mitología griega. Es lógico, dado que su obra relata la historia y detalla las características de una época determinada de la Grecia antigua, y, al describir o estudiar esta sociedad, uno de los rasgos más evidentes es laprimacía que tiene lo religioso en la vida del griego antiguo. Prueba de ello es el inicio del relato de La Ilíada, en el que inmediatamente el aedo alude a una deidad: “Canta, oh Musa, la cólera del pelida Aquiles…” (1). No se puede siquiera iniciar un relato sin nombrar a la deidad que hace posible que el poeta enuncie tal relato. De ahí en adelante se nombrará en numerosas oportunidades lo importanteque es hacer siempre la ofrenda al dios, so pena de desatar su ira; y cómo los mortales y semi-dioses acuden a los dioses cuando necesitan de su intervención. Las deidades se presentan corpóreamente ante los mortales, intervienen sin previo aviso y de manera reiterada. Se puede afirmar con certeza que en la obra la intervención directa de las divinidades es algo totalmente natural y tremendamentefrecuente en la vida cotidiana.
El dios griego influye en el hombre porque decide qué sucede en su vida, en las batallas, en los romances, en el clima, en todo lo que su poder permita. Pero el dios también depende del mortal: le obsesiona, se involucra en sus conflictos, se escandaliza ante sus actos, se compadece ante su sufrimiento, se complace ante su belleza; luego actúa e influye. Eldios de La Ilíada comparte el día a día con el mortal, comparte su lucha, su conversación, su mesa y su cama. El mortal puede enfurecerlo, enamorarlo, engañarlo e incluso herirlo físicamente, como ocurre en el canto quinto, cuando Diómedes hiere a Afrodita (81) y luego a Ares (93), y Dione relata que ciertos mortales podrían incluso haber matado al segundo en otra ocasión (82). Hay tal cercanía ysimilitud entre dioses y mortales que es difícil diferenciarlos: en un pasaje de La Ilíada, Atenea concede a Diómedes la capacidad especial de distinguir entre humanos y dioses: “Cobra ánimo, Diómedes (…) aparté la niebla que cubría tus ojos para que en la batalla conozcas a los dioses y a los hombres”(76).
A veces pareciera que los dioses intentan mantenerse alejados de los asuntos delos mortales, como se relata en el canto primero, cuando Tetis ruega a Zeus que intervenga y este se muestra reticente al principio (21). Pero, por más que pretendan mantenerse impertérritos y objetivos, finalmente sucumben a sus pasiones e intervienen- así como finalmente lo hace Zeus en tal ocasión- de las más diversas formas en las vidas de los humanos. Así, por ejemplo, sabemos que fue Apoloquien intervino para que Criseida regresara a casa (10), que es Hera quien salva a Aquiles de ahogarse en manos de Escamandro (345), que es Atenea quien engaña a Héctor y lo pone en manos de Aquiles (358), y múltiples otros ejemplos. Parece increíble que el griego acepte, confíe y respete a unos dioses tan imparciales e imperfectos, que parecen incluso jugar con ellos como quien disputa unapartida de ajedrez. ¿Por qué lo hace? Porque es propio, es un reflejo, y puede identificarse fácilmente con algo tan similar. Los dioses griegos, como es sabido, tienen un carácter profundamente humano. Para el hombre que nos presenta Homero, el dios es un superior, pero a la vez un semejante. Se le teme, se le adora, pero también se le critica, se le exige. El dios griego es desastroso, complejo:Caótico como la vida misma, como la guerra misma. Lo último es realmente importante para el mundo retratado en la obra. Su inconstancia, su ira, su violencia, lo impredecible y variable que es cada dios, son características necesarias para explicarse un entorno tan belicoso como aquel en que se sitúa el contexto de la obra.
En comparación con el Yahvé del Génesis se distingue una diferencia...
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