Los miserables

Páginas: 5 (1206 palabras) Publicado: 1 de septiembre de 2010
ÍNDICE
PRIMERA PARTE FANTINA
LIBRO PRIMERO: Un justo
I. Monseñor Myriel
II. El señor Myriel se convierte en monseñor Bienvenido
III. Las obras en armonía con las palabras

LIBRO SEGUNDO: La caída
I. La noche de un día de marcha
II. La prudencia aconseja a la sabiduría
III. Heroísmo de la obediencia pasiva
IV. Jean Valjean
V. El interior de la desesperación
VI. La ola y la sombraVII. Nuevas quejas
VIII. El hombre despierto
IX. El obispo trabaja
X. Gervasillo

PRIMERA PARTE
FANTINA
LIBRO PRIMERO
Un justo
I
Monseñor Myriel
En 1815, era obispo de D. el ilustrísimo Carlos Francisco Bienvenido Myriel, un
anciano de unos setenta y cinco años, que ocupaba esa sede desde 1806. Quizás no será
inútil indicar aquí los rumores y las habladurías que habían circulado acercade su
persona cuando llegó por primera vez a su diócesis.
Lo que de los hombres se dice, verdadero o falso, ocupa tanto lugar en su destino, y
sobre todo en su vida, como lo que hacen. El señor Myriel era hijo de un consejero del
Parlamento de Aix, nobleza de toga. Se decía que su padre, pensando que heredara su
puesto, lo había casado muy joven. Se decía que Carlos Myriel, no obstante estematrimonio, había dado mucho que hablar. Era de buena presencia, aunque de estatura
pequeña, elegante, inteligente; y se decía que toda la primera parte de su vida la habían
ocupado el mundo y la galantería.
Sobrevino la Revolución; se precipitaron los sucesos; las familias ligadas al antiguo
régimen, perseguidas, acosadas, se dispersaron, y Carlos Myriel emigró a Italia. Su mujer
murió allíde tisis. No habían tenido hijos. ¿Qué pasó después en los destinos del señor
Myriel?
El hundimiento de la antigua sociedad francesa, la caída de su propia familia, los
trágicos espectáculos del 93, ¿hicieron germinar tal vez en su alma ideas de retiro y de
soledad? Nadie hubiera podido decirlo; sólo se sabía que a su vuelta de Italia era
sacerdote.
En 1804 el señor Myriel se desempeñaba comocura de Brignolles. Era ya anciano y
vivía en un profundo retiro.
Hacia la época de la coronación de Napoleón, un asunto de su parroquia lo llevó a
París; y entre otras personas poderosas cuyo amparo fue a solicitar en favor de sus
feligreses, visitó al cardenal Fesch. Un día en que el Emperador fue también a visitarlo, el
digno cura que esperaba en la antesala se halló al paso de SuMajestad Imperial. Napoleón,
notando la curiosidad con que aquel anciano lo miraba, se volvió, y dijo
bruscamente:
¿Quién es ese buen hombre que me mira?
Majestad -dijo el señor Myriel-, vos miráis a un buen hombre y yo miro a un gran
hombre. Cada uno de nosotros puede beneficiarse de lo que mira.
Esa misma noche el Emperador pidió al cardenal el nombre de aquel cura y algún
tiempo después elseñor Myriel quedó sorprendido al saber que había sido nombrado
obispo de D.
Llegó a D. acompañado de su hermana, la señorita Baptistina, diez años menor que él.
Por toda servidumbre tenían a la señora Maglóire, una criada de la misma edad de la
hermana del obispo.

LIBRO SEGUNDO
La caída
I
La noche de un día de marcha
En los primeros días del mes de octubre de 1815, como una hora antes deponerse el
sol, un hombre que viajaba a pie entraba en la pequeña ciudad de D. Los pocos habitantes
que en aquel momento estaban asomados a sus ventanas o en el umbral de sus casas,
miraron a aquel viajero con cierta inquietud. Difícil sería hallar un transeúnte de aspecto
más miserable. Era un hombre de mediana estatura, robusto, de unos cuarenta y seis a
cuarenta y ocho años. Una gorra decuero con visera calada hasta los ojos ocultaba en
parte su rostro tostado por el sol y todo cubierto de sudor. Su camisa, de una tela gruesa y
amarillenta, dejaba ver su velludo pecho; llevaba una corbata retorcida como una cuerda;
un pantalón azul usado y roto; una vieja chaqueta gris hecha jirones; un morral de
soldado a la espalda, bien repleto, bien cerrado y nuevo; en la mano un enorme...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Los miserables
  • Los miserables
  • Los Miserables
  • los miserables
  • los miserables
  • los miserables
  • Los miserables
  • Les miserable

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS