Los problemas y la forma de presentarlos...

LOS PROBLEMAS Y LA MANERA DE PRESENTARLOS...

El audio escuchado modificó considerablemente mi concepción de “problema”, palabra que al ser escuchada en instituciones educativas autorefería en muchos casos a algo negativo. Palabra asociada culturalmente al conflicto y a la dificultad, o a una situación de encrucijada de la que uno tiende a escapar. De este modo la verdadera cuestióninmediatamente se terceriza y deriva como expresa el relato, a psicopedagogos, fonoaudiólogos, o profesionales que supuestamente se van a hacer cargo.

La mirada alternativa sería plantearse ¿porqué no cambiar el paradigma, el modo de concebir una desorientación o un “problema”, pensándolo como una oportunidad?
Este es el cambio más importante que encuentro yo; es un ángulo nuevo desde dondeposicionarse para abordarlo. Si hoy puedo pensar y sentir un problema como combustible generador de una intensa energía que me impulsa, si lo veo como una nueva posibilidad, puedo obtener una interesante invitación a transitar dicha incomodidad y poder transformarla en aprendizaje. Así voy descubriendo que se trata de algo indeterminado, aceptando que habrá impactos, meras consecuencias de este nuevoimpulso, de los ajustes y desajustes. Atreverse a modificar la mirada ante un problema significa “meter las manos en la masa” y sumergirse, empaparse, impregnarse y dejarse llevar. Eso definitivamente nos cambia, mientras nos empuja, nos sensibiliza a adentrarnos en la cuestión de una manera mucho más profunda y enriquecedora. Sólo así nuevas formas emergen. El desafío es grande, pero no todos nosatrevemos a tomarlo cada vez que se presenta.

Considero que en la cotidianeidad la mayoría de los docentes estamos bastante atados al razonamiento espontáneo en vez de dejarnos envolver por las percepciones, que abren un espacio sin preconfiguraciones, planificación previa y donde todo se basa en emergentes, en dinámicas variables y en el devenir de la misma experiencia. Es necesario volver aponer el acento en la percepción, en lo que es palpable a nuestros sentidos, para poder comprometernos de verdad y a partir de allí resignificar roles.

Para ir encontrando respuestas a las preguntas que van surgiendo el docente debe saberse errante y no quedar atado a un concepto estructurado. Entonces va moviéndose a tientas, equivocándose y volviéndose a preguntar, un poco por intuición yotro poco por cercanía. Y no hablo de cercanía física sino del ubicarse en el lugar del otro, situarse allí, y quedarse allí para percibir. Significa acercarse cada vez más al mundo del alumno y observar cada situación desde una perspectiva más cercana a la del otro. Sólo así el docente puede repensar su rol en tanto logre reposicionarse y dejarse alcanzar por el sujeto y su situación sin quererser siempre quien tiene la última palabra, quien transmite los saberes, quien está concluido. Dejando de lado su certeza del saber, aceptando la posibilidad de no mantener y sostener una posición fija. La resultante es casual, fortuita, azarosa, por lo tanto más vasta y enriquecedora.
El maestro se ve así como un aventurero a la deriva, expuesto, contingente, incierto. Transitando las variantesque los recorridos abren el partir del mero problema del desajuste .
Una de las preguntas que se me ocurren plantear es, ¿Cuáles son entonces las direcciones posibles? Sumergidos en total desorientación, practicando el ensayo y error y sabiendo que una situación educativa sólo es posible en un estado de “caos” aparente, de fuga de sí mismo, receptivo a una modificación posible. En este transitardel camino podemos encontrarnos con un posible laberinto, que nos presenta desafíos nuevos como una desorientación mayor que invita a su vez a seguir adentrando y profundizando la cuestión en la búsqueda del horizonte deseado.

En el Nivel Inicial planteamos siempre el aprendizaje como resolución de situaciones problemáticas. Ofrecemos a diario la posibilidad de encontrar vías alternativas en la...