Los temas mitol gicos universo de las formas

Los temas mitológicos
La participación de la mitología antigua en la iconografía es mucho menor, a comienzos del siglo XVI, de lo que podían hacer creer las poderosas corrientes humanistas de la época, su producción literaria específica y las numerosas reediciones contemporáneas de poetas y prosistas antiguos. Por el hecho de que nuestra apreciación del universo mental y espiritual del hombredel Renacimiento toma en consideración, sobre todo, los síntomas de novedad, las manifestaciones de vanguardia de círculos de élite bastante aislados y restringidos, corremos demasiado fácilmente el peligro de subestimar la capacidad ininterrumpida de los temas cristianos y de los contenidos del dogma para formar los cuadros, con su poderosa tradición medieval. Lo mismo que el siglo XV, el nuevosiglo no presenta, en suma, más que capas relativamente delgadas y nobles, de príncipes, de señores rurales y de ricos patricios que escogen, para la decoración de sus castillos, de sus villas y de sus palacios, temas sacados de la Antigüedad. El número de escenas del AT y NT, así como las representaciones de santos, creadas para los establecimientos religiosos o para la devoción privada, continúa entodo caso rebasando con mucho el de las pinturas y esculturas de la mitología pagana. Incluso en Florencia, donde, ya en la época de los Médicis, la burguesía estaba acostumbrada desde hacía decenas de años, en virtud de los montajes de desfiles y de torneos, a los diversos personajes del mundo antiguo, a sus dioses y a sus héroes, hasta el 2° tercio del siglo XVI, no fue posible colocar en lasplazas públicas estatuas y fuentes de Hércules, de Perseo o de Neptuno, al lado o en lugar de los personajes del AT, concebidos como personificaciones de las Virtudes, como David o Judit. Y solo se produjo, de manera característica, bajo la égida del gran duque Cosme I de Médicis, ya que este trató de superar como mecenas a Lorenzo el Magnífico, dsp de la República de Florencia, hostil a losMédicis, se hubo claramente opuesto a la prosecución de esta tradición de mecenazgo.
Allí donde el choque de la política de poder no provocó semejantes oscilaciones, la evolución se desarrolló más o menos sin interrupción. Esto es cierto ppalmente para las pequeñas cortes principescas, las cuales ya estaban fuertemente orientadas hacia el humanismo en el siglo XV. De esta forma, la elección de temasantiguos estaba casi indicada en la decoración de las residencias de Mantua y Ferrara. La irradiación de la cercana ciudad de Padua, que desempeñó en la Italia del Norte el papel ppal en el estudio y búsqueda de antigüedades, continuó siendo preponderante. En el castillo de Mantua, Mantegna ya había decorado, a finales del siglo XV, el techo de la Cámara de los Esposos, con escenas mitológicas yretratos de emperadores romanos, pintando además el Triunfo de César, compuesto de nueve imponentes telas murales. Igualmente participó en la decoración del studiolo de Isabel d’Este, en Mantua, con dos cuadros. La serie de estos “poemas” de contenido mitológico y alegórico sería completada por una obra de Giovanni Bellini, quien solo se declaró dispuesto a realizarla en 1505, dsp de grandesvacilaciones. El hecho de que Giovanni Bellini, a la inversa de su padre Jacopo y de su cuñado Mantegna, no haya encontrado a lo largo de su vida ningún interés en los temas antiguos debe de haber contribuido a dejar el encargo largo tiempo inacabado, hasta que el hermano de Isabel, Alfonso d’Este, se decidió a hacerlo terminar para su propia colección en Ferrara. El cuadro, entregado en 1514 –se trata delFestín de los dioses conservado en Washington-, fue el punto de partida de un ciclo de pinturas para el que el pintor de la corte de Ferrara, Dosso Dossi, realizó igualmente una obra. Las otras tres Bacanales fueron encargadas, una tras otra, a Tiziano; la última solo lo fue claramente dsp que el encargo de un Triunfo de Baco, confiado a Rafael, se frustrara, a causa de su muerte. Los cuadros...