Los versos de oro
Haz amigo tuyo a aquel
que sobresalga por sus virtudes.
Ten también como hábito que tus palabras
sean amables y tus obrasútiles,
y no te indignes
contra los que te conceden su ámistad,
por faltas leves.
Hazlo así en la medida de tus fuerzas,considerando que el poder
está siempre muy cerca de la necesidad.
Aprende, pues, por una parte,
que así son las cosas; por otra,
acostúmbrate a dominarlo siguiente:
tu estómago ante todo; luego el sueño,
el instinto sexual y la cólera.
Y no hagas jamás nada vergonzoso,
pues ante todo has detener el respeto
de tí mismo.
Enseguida acostúmbrate a ser justo
en actos y palabras,
y a ser razonable y sensato
en todo cuantoejecutes.
No olvidando que la muerte
es el destino de todos, y que,
en cuanto a la fortuna,
cosa propia le es tanto el aumentar
comoel desaparecer.
Respecto a los sufrimientos que a los mortales
les depara la suerte,
así como el destino que pueda tocarte,
sopórtalos sinindignarse,
bien que sea conveniente que corrijas
este destino en la medida de tus fuerzas,
teniendo muy presente que el destino no da,
ciertamente,a los buenos
un mayor lote de sufrimientos.
En cuanto a las muchas palabras
que salen por la boca de los hombres,
buenas las unas, malas lasotras,
ni te turben ni te dejes influenciar por ellas.
Respecto a la mentira,
sopórtala con paciencia y dulzura.
Y lo que ahora te voy a...
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