loyola
Era el hijo menor de ocho hijos, Ignacio no fue secundario en su familia. Su destino estaba claro: ser hombre de armas o dedicarse a Dios. Su niñez la pasó en el valle deLoyola, entre las villas de Azpeitiay Azcoitia, en compañía de sus hermanos y hermanas. Su educación debió ser marcada por las directrices del «duro mandoble» y del «fervor religioso», aunquenada cierto se sabe de la misma.
Juventud
El año 1507 coincidiendo con la muerte de su madre, el Contador Mayor de Castilla,Juan Velázquez de Cuéllar, pide al Señor de Loyola quele mande un hijo suyo para tenerlo como propio. Entre los hermanos se decide mandar al menor, a Íñigo, que va a Arévalo, donde pasaría un mínimo de once años, hasta 1517, realizandofrecuentes viajes a Valladolid y manteniéndose siempre muy cerca de la Corte, ya que su protector era Consejero Real, además de Contador.
En este tiempo aprende lo que un gentilhombredebe saber, el dominio de las armas. La biblioteca de Arévalo era rica y abundante, lo que dio alas a su afición por la lectura y, en cuanto a la escritura, no dejó de pulir su buena letra.Se le consideró «un muy buen escribano». Él mismo se califica en esos tiempos como «dado a las vanidades del mundo y principalmente se deleitaba en ejercicio de armas con un grande yvano deseo de ganar honra». En 1517 Velázquez de Cuéllar cae en desgracia, al morir Fernando el Católico, y al año muere. Su viuda, María de Velasco, manda a Íñigo a servir al duque deNájera, Antonio Manrique de Lara, que era virrey de Navarra, donde dio muestras de tener ingenio y prudencia, así como noble ánimo y libertad. Esto quedó reflejado en la pacificación de lasublevación de Nájera en la Guerra de las Comunidades de Castilla (1520–1522), así como en conflictos entre villas de Guipúzcoa, en los cuales destaca por su manejo de la situación.
Regístrate para leer el documento completo.