Mío Cid.
Páginas: 2 (309 palabras)
Publicado: 18 de junio de 2013
Anónimo. El cantar de mio cid. [Prólogo, prosificación moderna y notas de Cedomil Goić] Santiago: Editorial Universitaria. 1961.
¡Alabado seas, Dios, que el cielo y la tierraguías! ¡Gloriosa Santa María, válganme tus virtudes! (…) No me desampares ni de noche ni de día. Si así lo hicieres y la fortuna me acompaña, haré a vuestro altar buenos y ricosdones; y prometo hacer cantar en esta iglesia mil misas. (215-225)
Hemos matado a los moros, sólo quedan vivos unos pocos. No podemos vender ni a los moros ni a las moras.Nada ganaremos con decapitarlos; acojámoslo adentro con nosotros, ya que somos sus señores. (615-620)
Quedan ricos con el botín. (…). Felices están el Cid y sus vasallos. Mandórepartir el dinero y los cuantiosos bienes recogidos; (…). ¡Dios mío, qué bien pagó a todos sus vasallos, tanto peones como jinetes! Tan bien lo dispone el Cid que todos quedancontentos. (800-810)
[Vendió Alcocer el Cid Ruy Díaz y pagó generosamente a sus vasallos. Enriqueció a peones y caballeros: no hallaríais a un pobre entre ellos. El que sirve a unbuen señor, buen galardón alcanza. (845-850)]
[El rey pensó y meditó un gran rato: ‘’yo desterré al buen campeador, y habiéndole yo hecho mal, él me ha vuelto bien por mal.(1890-1895)]
Comenzó el Cid a regalar a quien quisiere tomarlo, tanta buena mula y tanto palafrén de buena alzada y tantas ricas vestiduras de valor. Todos le piden y a nadie diceque no. Regaló el Cid sesenta caballos, además. (2115-2120)
¡Amén! –dijo el Cid Campeador. Le besó [al rey] en la mano y luego en la boca–. Agradezco a Dios el que ahora os veo,señor. Me humillo ante vos, ante el conde don Enrique y el conde don Ramón y ante todos los presentes. Dios guarde a nuestros amigos y a vos más que a nadie, señor. (3030-3040)
¡Alabado seas, Dios, que el cielo y la tierraguías! ¡Gloriosa Santa María, válganme tus virtudes! (…) No me desampares ni de noche ni de día. Si así lo hicieres y la fortuna me acompaña, haré a vuestro altar buenos y ricosdones; y prometo hacer cantar en esta iglesia mil misas. (215-225)
Hemos matado a los moros, sólo quedan vivos unos pocos. No podemos vender ni a los moros ni a las moras.Nada ganaremos con decapitarlos; acojámoslo adentro con nosotros, ya que somos sus señores. (615-620)
Quedan ricos con el botín. (…). Felices están el Cid y sus vasallos. Mandórepartir el dinero y los cuantiosos bienes recogidos; (…). ¡Dios mío, qué bien pagó a todos sus vasallos, tanto peones como jinetes! Tan bien lo dispone el Cid que todos quedancontentos. (800-810)
[Vendió Alcocer el Cid Ruy Díaz y pagó generosamente a sus vasallos. Enriqueció a peones y caballeros: no hallaríais a un pobre entre ellos. El que sirve a unbuen señor, buen galardón alcanza. (845-850)]
[El rey pensó y meditó un gran rato: ‘’yo desterré al buen campeador, y habiéndole yo hecho mal, él me ha vuelto bien por mal.(1890-1895)]
Comenzó el Cid a regalar a quien quisiere tomarlo, tanta buena mula y tanto palafrén de buena alzada y tantas ricas vestiduras de valor. Todos le piden y a nadie diceque no. Regaló el Cid sesenta caballos, además. (2115-2120)
¡Amén! –dijo el Cid Campeador. Le besó [al rey] en la mano y luego en la boca–. Agradezco a Dios el que ahora os veo,señor. Me humillo ante vos, ante el conde don Enrique y el conde don Ramón y ante todos los presentes. Dios guarde a nuestros amigos y a vos más que a nadie, señor. (3030-3040)
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