Maestra

Respira con las palmas de tu mano
Me he metido a clases de yoga con Agustina. Dicen que es bueno para mis males, que aprenderé a respirar, que nivelaré mi energía, que aprenderé todo sobre elautocontrol. La única verdad es que todavía no me puedo doblar en dos.

Cuando miro a mi profe Agustina quiero ser como ella. Tan dulce, tan serena, tan elástica. A su lado yo parezco otra vez un mamut.Algo de elasticidad tengo, pero qué bárbara esta señorita profesora. Ella puede hacer todo con su cuerpo, sostenerse en su frente, doblarse hasta la locura, hacer planchas como quien come caramelos.Cada pose que hago me causa dolor, pero el yoga me está encantando. Sobre todo porque me limpio con la respiración. Ahora cierro mis ojos y me escucho sin sobresaltos. El otro día Agustina nos dijo quenos concentráramos y que comenzáramos a respirar con la palma de las manos. Juro que pensé que se había fumado un troncho de los que tengo en casa, algún hongo de Barranco, quién sabe un tragoafrodisiaco. ¿Respirar con la palma de las manos? Ja. Pensé, estos amantes del yoga sí que tienen frases originales. Igual cerré mis ojos y me concentré. Miré mis palmas y sentí calor. Deseé ser como ladulce Agustina, una muchacha que hace rato ha encontrado el centro de su pulsión. Pronto entendí su mensaje. Respirar con las manos es tener todo el cuerpo dispuesto para recibir la energía.
En eso andoahora, en mi tren sereno y haciendo mi propio decálogo de sosiego.
Aquí tres ideas escritas al vuelo.
Yo, NC, varon latino con cuerpo ardiente de amor prometo que de ahora en adelante cumpliré trescosas. Si no puedo con las tres, al menos serán dos. Lo prometo.
UNO.Me báñaré todos los días.
Usaré champú yomequieromucho, jabón abajolasatadurasalpasado y me secaré con la toallameabrigoconelpresente. Eso es. Agustina siempre dice lo mismo: Báñate, contémplate, pero no para envanecerte y engordar tu ego, sino para aceptarte, para mimarte y agradecer a la energía cósmica por ser como...