maltrato mujer

 ALTERNATIVAS de SOLUCION PARA COMBATIR EL MALTRATO A LA MUJER.

Para finalizar nuestra exposición vamos a apuntar aquí una serie de alternativas que nos parecen válidas para enfrentarnos al hecho cotidiano de los malos tratos a la mujer. Está claro que no existen fórmulas mágicas para erradicar este problema, pero sí se pueden ir dando pequeños avances gracias a determinadas medidas como lasque ahora proponemos. Únicamente buscamos suscitar en el lector un debate sobre lo acertado o no de dichas propuestas, bien entendido que la relación no es en modo alguno de numerus clausus, aunque sinceramente pensamos que, en todas ellas, las ventajas de su aplicación superan, con creces, sus posibles inconvenientes, bien económicos, bien logísticos.

Así pues, distinguiremos dos situaciones:prevención y actuación, una vez que el maltrato ya se ha producido. Por lo que se refiere al ámbito de la prevención, básicamente sugerimos dos tipos de medidas. En primer lugar una educación en y desde la igualdad que debe iniciarse en los primeros años de vida en las dos instituciones clave en el desarrollo del ser humano: familia y escuela. Se trata de inculcar una serie de valores que realcenla igualdad de las personas por encima de sus diferencias de sexo, raza, físico o religión. Podemos decir aquí que en la Declaración Universal de los Derechos Humanos- refiere a "la familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado". Asimismo, "todos los seres humanos nacen libres e iguales y deben comportarse como hermanos". Siambas declaraciones de principios fueran respetadas se habría dado un paso de gigante hacia el final del problema. En segundo lugar, sería deseable destinar de manera generosa recursos públicos para la elaboración de programas de información a las mujeres, encaminados principalmente a desterrar el miedo a denunciar y al conocimiento de las posibilidades reales para el caso de que se presentara unsupuesto de agresión. Dentro de esta iniciativa entraría la formación de mujeres como mediadoras sociales -recientemente se ha llevado a cabo un programa en este sentido-, enseñando a las mujeres cuáles son sus derechos desde asociaciones de vecinos, juntas de barrio, municipios, etc.


Cuando la agresión ya se ha producido pensamos que existen una serie de alternativas a la privación delibertad. La cárcel no ha demostrado de ninguna manera ser una institución rehabilitadora y resocializadora, y menos aún en este tema. No debemos en ningún momento olvidar que el maltratador tiene problemas psicológicos graves y, cuando ingresan en prisión, la cárcel les devuelve a la sociedad con más ira. Habría que elaborar programas de apoyo para buscar esa resocialización durante el cumplimientode la condena. Si fuéramos un poco más allá y pese a la reticencia de organismos tan representativos como Naciones Unidas, romperíamos una lanza en favor de los programas de mediación agresor-víctima. Con muy poco, superarían en resultados a las actuales condenas en prisión. La cruda realidad nos dice que no hay recursos suficientes para tratar a los agresores. Más que cambiar las leyes oendurecerlas, la Administración tendría que ofrecer recursos humanos y medios económicos para desarrollar la legislación vigente, puesto que invertir en Justicia es siempre rentable.

Los maltratadores son en realidad enfermos que necesitan de tratamiento. Aunque a la mayoría de sus víctimas les gustaría verles entre rejas, psicólogos y psiquiatras coinciden en que sólo con ayuda médica se puede evitarque vuelvan a hacer daño. El objetivo de los programas terapéuticos con maltratadores no es recuperar a la pareja, pese a que muchas mujeres sigan dependiendo emocionalmente de su agresor. Lo que busca la terapia es conseguir que el agresor asuma su comportamiento patológico y no vuelva a hacer daño a otras mujeres. Se trata, en definitiva, de salvar a futuras víctimas y de impedir que los...