Mama no quiero sopa

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Autora: Carmen Escallón Góngora

Médica pediatra. Terapeuta de familia. Puericultora

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A mis raíces más profundas...




La niñita mira el plato de sopa humeante, caliente.
-¡No quiero sopa, mamá, no quiero sopa!
-Pues se la va a tomar, se la toma, mire que aquí tengo a Martín Moreno,
el que saca lo malo y mete lo bueno-, dice la madre, señalando
un gruesocinturón que sostenía en su mano izquierda,
mientras con la otra mano mueve la cuchara en el fondo
del charco caliente.
La niña llora, mueve las piernas, se retuerce.
-¡Que se esté quieta y abra la boca, o le doy un correazo!
¿No se da cuenta que lo hago por su propio bien?,
es para que se ponga fuerte.
La niña no comprende, sólo siente miedo
y una gran tristeza le trepa hasta el alma.Unos veinte años después, está niñita está haciendo lo mismo
Con su hija. ¿Será que se le olvidó esa historia de dolor y desesperanza?



El acto de comer se ha constituido en un mito desde tiempos muy remotos. La comida es un símbolo con el que se halaga a un dios, se celebraban los nacimientos, los muchos acontecimientos en la vida familiar y social. Este valor simbólico también cuenta en lacultura judeo hebrea cristiana, donde la comida es igualmente un imaginario de bienestar, de ofrenda, de negocio y hasta de guerra. La última cena, esa despedida que hace Jesucristo acompañado de sus apóstoles, la multiplicación de los panes y tantas otros pasajes contenidos en el libro bíblico, así lo muestran. Por otro lado el acto de comer está ligado con la vida y la muerte, una persona quecome supuestamente está distante de los brazos de Tánatos o del reino de Plutón de los griegos y la ausencia de comida le acerca a la muerte.

En nuestro medio el acto de comer está rodeado de imaginarios que no escapan a lo histórico, a lo mítico, a lo religioso; es así como el comer bien, preserva de muchos males y se honran a los vivos y a los muertos con alimentos. El concepto de que un niñogordo es igual a un niño sano, es un mito importante, al igual que la esbeltez en las adolescentes sea un signo de belleza. Por todas estas razones y las que tienen que ver con los deseos de la madre, de la abuela, padre y tíos, el acto de alimentar a la infancia se constituye en un conflicto de variadas dimensiones, llegando incluso a ser causa de violencia al menor. La hora del desayuno, elalmuerzo y la cena está rodeada del sabor a gritos, escenificaciones, ruegos, lágrimas, frustraciones, una correa sobre la mesa, una frasecita, “estoy cansada”, acompasada de “abra la boca que se le enfría” y estas, salpicadas por unas cuantas, “hasta que no coma, no se para de la mesa”, “mastique rápido y trague”, “tómese la sopa”, “todos los día la misma pesadilla”, hasta resonar un golpe en elbrazo o en la parte del cuerpo del niño que esté al alcance de ese padre o madre provisto de la más aguda rabia y desconsuelo y con la paciencia y serenidad perdidas. En ocasiones vocecitas de polichinela gritando: “una cucharadita por el papá”, “otra por el perrito”, “por la profesora”, hasta acabar con la población cercana y lejana. Muchas veces el padre se excusa de ir a almorzar por “el trabajotan duro en la oficina”.

No puede faltar en el escenario familiar la famosa, “¿qué hice yo para merecer esto?”, combinado con “esta bien, no coma, déjese morir” y el remachado “Coma cuando le de la gana”. Justamente de esto se trata, de comer cuando el ser humano le de la gana, ni antes, ni después. La relación que el niño preescolar, escolar y adolescente tienen con la comida y larepresentación en su imaginario personal del acto de comer es progresiva y tiene sus orígenes desde la primerísima infancia, cuando el bebe se encontraba en la estancia uterina, allí succionaba su dedo y lo hacía gustosamente o no, de acuerdo al confort que sentía ante una maternidad y una paternidad sentida, alabada y degustada.

Vínculo Psicoafectivo y conducta de apego.

El hambre que tiene el niño...