Maria
Cantas veces me he preguntado cómo es posible que la figura mas fascinante de la historia se haya convertido en un perfecto desconocido, e incluso para algunos de losque se llaman sus discípulos.
Eso nos ha pasado con Jesús verdadero hombre y verdadero Dios. De tanto verlo en libros, cuadros y esculturas ha dejado de ser una persona viva y ha pasado hacerun concepto, una ideología más o menos atractiva para unos cuantos o mejor dicho para un grupo muy reducido.
El papa Juan Pablo segundo ha insistido mucho en recordarnos que el cristianismo no esun conjunto de ideas y valores. Sino que es una persona, Jesucristo. Ser cristiano no es un aceptar un conjunto de dogmas, o verdades teológicas. Ser discípulo de Jesús es una experiencia personal, unen cuentro con alguien que interviene en mi vida, la transforma, la enriquece y le ofrece nuevas posibilidades. Desafortunadamente esto lo olvidamos con frecuencia y nuestra fe la convertimos enmeros cumplimientos de normas y decimos freces como esta: “tengo que” “debo hacer, hay que evitar” etc. Jesús se muestra como camino vedad y vida El ya sabía el riesgo que corríamos al reducirlo a unplano intelecto. El quiere estar presente en lo más íntimo de nuestro ser para empapar todos los aspectos de nuestra personalidad y para eso tenemos que buscar tener una experiencia real de Cristo vivo yresucitado que marque el resto de nuestra vida.
Para que esto pueda suceder primero tengo que desearlo y quererlo mucho, que en realidad sea uno de mis deseos más grandes y que en el orden de misilusiones sea el primero.
Nos ha pasado a los cristianos que a veces dejamos que Cristo ocupe el tercer o cuarto lugar en nuestra vida ya que ante ponemos mi familia mi trabajo, mi salud y hastamis diversiones esto me muestra con toda claridad que puesto o qué lugar ocupa Cristo en mi vida.
Tal vez los cristianos de hoy deberíamos fomentar más que la salvación fomentar la salvación del...
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