Marinero 41-90
Páginas: 4 (798 palabras)
Publicado: 4 de junio de 2011
Marinero 41-90
Por: Sandra Milena Ramírez Giraldo
reyneyro@hotmail.com
Esa tarde lo vi en el muelle. Aquellos blancos dientes que hacían juego con su oscura piel, se reían sin parar,destilaban alcohol y hablaban orgullosos de un hijo ausente, del uniformado “guardián” de la ardiente ciudad… a la marina había partido el de la calle 41-90…
Ojos guardianes, ojos extraviados por mariajuana,ojos que se desviaban hacia los míos y se suspendían como el humo de su cigarrillo.
Esa noche lo vi. En un último inhalar de su cigarro se fundió con el llegar de las estrellas. Con paso lento yal ritmo de la brisa, ese magro y despreocupado jovenzuelo, se iba alejando con la sombra dibujada en el cemento por la luz de un farol.
Cada despertar era un encelamiento por esas 3. Esas 3 marcadaspor 90 grados en las agujas del reloj, en las que yo, la de cabellos ondulados, salía a las 3 a posarme en ese marco de madera que reflejaba en su vidrio la inversión de un mar azul profundo. A lolejos unos veleros que decoraban las aguas, se plasmaban bellos para los pinceles de un pintor… para mí, solo era la espera de aquellos ojos perdidos que se suspendían hacía el cielo y se estrellabancon mis ojos curiosos en el ventanal.
Esa noche, me gritó que se llamaba Jerónimo… se alejó a paso lento. No dije nada. Solo vi su figura esfumarse con una perfumada noche oscura, sobre el muelle deCadaqués.
Como un susurro había escuchado su nombre en mis sueños. Había despertado en un día de ardiente sol sobre la bahía; las vacaciones de verano se pasaban como si estuviese sobre una nubecaminando descalza. Las ropas frescas se bamboleaban con la suave brisa y yo esperaba las 3 de la tarde, que traerían consigo al muelle, los humos del viento “hierbatero” de aquel moreno de tez ruda ymisteriosa.
Pasadas las 3, el humo no aparecía y su silueta tampoco. Salvador mi hermano de 21 años, deseoso de recorrer el lugar y capturar algunas imágenes para sus pinturas, me había convidado...
Por: Sandra Milena Ramírez Giraldo
reyneyro@hotmail.com
Esa tarde lo vi en el muelle. Aquellos blancos dientes que hacían juego con su oscura piel, se reían sin parar,destilaban alcohol y hablaban orgullosos de un hijo ausente, del uniformado “guardián” de la ardiente ciudad… a la marina había partido el de la calle 41-90…
Ojos guardianes, ojos extraviados por mariajuana,ojos que se desviaban hacia los míos y se suspendían como el humo de su cigarrillo.
Esa noche lo vi. En un último inhalar de su cigarro se fundió con el llegar de las estrellas. Con paso lento yal ritmo de la brisa, ese magro y despreocupado jovenzuelo, se iba alejando con la sombra dibujada en el cemento por la luz de un farol.
Cada despertar era un encelamiento por esas 3. Esas 3 marcadaspor 90 grados en las agujas del reloj, en las que yo, la de cabellos ondulados, salía a las 3 a posarme en ese marco de madera que reflejaba en su vidrio la inversión de un mar azul profundo. A lolejos unos veleros que decoraban las aguas, se plasmaban bellos para los pinceles de un pintor… para mí, solo era la espera de aquellos ojos perdidos que se suspendían hacía el cielo y se estrellabancon mis ojos curiosos en el ventanal.
Esa noche, me gritó que se llamaba Jerónimo… se alejó a paso lento. No dije nada. Solo vi su figura esfumarse con una perfumada noche oscura, sobre el muelle deCadaqués.
Como un susurro había escuchado su nombre en mis sueños. Había despertado en un día de ardiente sol sobre la bahía; las vacaciones de verano se pasaban como si estuviese sobre una nubecaminando descalza. Las ropas frescas se bamboleaban con la suave brisa y yo esperaba las 3 de la tarde, que traerían consigo al muelle, los humos del viento “hierbatero” de aquel moreno de tez ruda ymisteriosa.
Pasadas las 3, el humo no aparecía y su silueta tampoco. Salvador mi hermano de 21 años, deseoso de recorrer el lugar y capturar algunas imágenes para sus pinturas, me había convidado...
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