Marte

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El meteorito impactó contra la isla en lo que es ahora el ártico canadiense a 64.374 km de velocidad. La explosión de energía resultante de mil megatones era equivalente a una catástrofe nuclear.
Excavar un cráter de 24.14 km de ancho, la explosión y la onda de choque pulverizaron el interior rocoso de la isla, expulsando fragmentos de dolomita, gneis, y granito a milesde metros de altura, mientras rompía las redes de aguas subterráneas brotadas en la depresión. Las rocas cayeron, creando un cúmulo de fragmentos dentados llamados brechas. Las brechas calientes que se mezclan con las aguas subterráneas hacían calderos que hervían y silbaban. Dentro de un radio de posiblemente 100 millas, la fauna y la flora dejaba de existir, 23 millones de años más tarde elcráter Haughton, nombrado en honor a un geólogo ártico, todavía desvía la isla Devon en el estrecho de Lancaster, el fracasado canal marítimo hacia el noroeste para los marineros británicos del siglo 19. Devon está poblada ahora por osos polares, bueys almizcleros, caribus, liebres del ártico, y escribanos nivales. El borde del cráter, desgastado como las molares viejas, rodea las colinas de la brechay los lechos antiguos del lago cubiertos con tundra de la colina. Sin árboles, barrido por el viento, pedernoso, y con aspecto de otro mundo, algunos expertos creen que el terreno es siniestramente semejante al de los cráteres en Marte.
Los científicos, la mayoría de la NASA, se reúnen aquí bajo el sol de medianoche del verano ártico para examinar las rocas de Haughton Crater, perforar en susdepósitos de los lechos del lago, mirar debajo de su superficie con radar, y llevar a cabo otros experimentos para evaluar el cráter y sus alrededores. Están preocupados por dos cuestiones: ¿Qué nos puede decir Haughton sobre el agua en Marte? ¿Sobre la vida en Marte?
En Resolute, cerca de la isla Cornwallis, me uno a un grupo de científicos embarcando en Havilland Twin Otter. Cargado con más de unatonelada de pasajeros y equipaje, el bimotor despega después de entrar en pista y fija el vuelo de 45 minutos hacia el cráter. Pasamos sobre los promontorios empinados de Devon y los valles profundos en forma de fiordo, y aterrizamos junto al río Haughton sobre roca y grava junto al campamento. -a nadie se le ocurriría llamar a esto una pista de aterrizaje.
Nos echamos todos una mano paradescargar. Los bidones simplemente se arrastraban y arrojándolo al suelo. Un vehículo todo terreno, o 4x4, descargaba en sus ruedas y rebotes, demostrando así su dureza. Mientras monto mi tienda de campaña, siento una sensación de soledad. Somos 13 personas en una isla del tamaño de Virginia Occidental.
Después de unas palabras de ánimo por parte del líder de la expedición Pascal Lee, un científico dela NASA Ames Research Center cerca de Mountain View, California, procedemos a la rutina del campamento. El geólogo John Schutt nos informa de cómo manejar la 4x4, nuestro principal medio de transporte, y como usar una escopeta en el evento de la incursión del oso polar. ¿Nos conducirán las babosas y los perdigones a parar al carnívoro más grande del Ártico?
Prefiero confiar en nuestro perroguardián, mitad San Bernardo, mitad Husky llamado Bruno, veterano de varios viajes hacia el polo norte magnético y responsable de proteger a los esquiadores de los osos. El año pasado eliminó a un oso que se acercaba a este campamento.
Nos introducimos en una tienda comedor de 3.6 a 4.2 metros para cenar, sentándonos en arcones congeladores rodeados por latas gigantes de cerdo y judías, espagueti, ychili además de jumbos con cajas de té, avena, leche en polvo, y puré de patatas. EL geólogo Jim Rice- 1.82 metros y 100 kg- hace que la tienda se mueva como un iceberg suelto. Hay apenas un espacio para maniobrar en medio de tres mesas largas.
Una tienda al lado de igual tamaño está plagado de paquetes de espaguetis y alambres, cables conectados a cargadores de baterías, portátiles...