Martes con mi viejo profesor

El libro comienza explicando el momento de graduación de Mitch Albom, quien estudiaba en la universidad de Brandeis de la ciudad de Waltham, Massachusetts.
Morrie Schwartz era el profesor favorito de Mitch. Era un hombre pequeño que caminaba a pasitos. Tenía los ojos de color azul verdoso y cabello plateado. A pesar de tener los dientes inferiores inclinados hacia atrás “cuando sonreía parecíacomo si le acabaras de contar el primer chiste de la historia” esta acción muestra la gran autoestima que poseía y la seguridad que arrastraba.
En un momento determinado, Mitch decide presentarle a sus padres a su catedrático favorito. La presentación se produce de una manera cordial y se aprecia la conexión y complicidad entre profesor y alumno. Morrie aprovecha la ocasión para comunicarles a suspadres lo buen alumno que es su hijo y este último como signo de agradecimiento le hace entrega de un maletín. Ambos han compartido una larga amistad durante el graduado y esperan seguir viéndose y charlando como siempre lo han hecho.
El profesor era una persona muy activa y con ganas de vivir. Los miércoles asistía a una iglesia a bailar. No le importaba ni la música, ni la gente a sualrededor, ni con quien bailar, pues lo hacía solo. Iba vestido de forma extravagante y bailaba de una manera poco ortodoxa.
El profesor comenzó a manifestar un deterioro considerable en pocos años. A partir de los sesenta y algo, empezó a respirar con dificultad, a costarle trabajo caminar; estaba cansado constantemente y le era difícil dormir. El profesor se había preocupado de conocerse a si mismo y asu interior y sabía que lo que le pasaba no era sólo por la vejez, sino por algún tipo de enfermedad. Se hizo una serie de pruebas y los médicos le detectaron algún tipo de problema neurológico. Morrie preguntó que era lo que le pasaba, y el medico respondió “No estoy seguro. Sus tiempos son lentos”. El profesor quería saber lo que tenía pero los médicos no sabían responder. Mostraban pocaprofesionalidad como sanitarios y poca sensibilidad con el paciente. Debían haberle aclarado todo lo que pudieran y siempre con una actitud positiva y esperanzadora.
Finalmente le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad incurable y despiadada del sistema neurológico que acaba con las funciones corporales de forma brutal. El médico al final de la consulta le entregó unos folletoscon información referida a la enfermedad, como si unos simples papeles fueran a hacer que le remitiera la enfermedad o a responderle a las innumerables preguntas que le pasaban por la cabeza.
Poco a poco la enfermedad se fue desarrollando, y provocando que el profesor dejara de hacer ciertas acciones y dependiera de los demás para realizar actividades. Tuvo que dejar de conducir. Comenzó a iracompañado de un bastón. No podía desvestirse solo ni entrar y salir de la piscina por su propio pie, por lo que también le fue arrebatada su intimidad.
Morrie aceptó desde el primer momento su situación y no quiso que la enfermedad le hiciera desaprovechar lo que le quedaba de vida. Estaba decidido a vivir, y a hacerlo con ilusión y ganas. La idea de pensar que todo el mundo muere y que por lo menosél sabía cuando lo iba a hacer le animó a contar el trascurso de sus días hasta el final del viaje con el propósito de que la gente aprendiera. Quería que quedara plasmado como se sentía y como le afectaba la enfermedad a medida que avanzaba.
Incluso con la enfermedad, decidió seguir impartiendo clases en la universidad con la asignatura de psicología social. El primer día de clase les comentó alos alumnos su situación sin ningún tipo de miedo ni complejo, signos inequívocos de su alta autoestima y seguridad.
Con el paso del tiempo el estado físico del profesor fue deteriorándose. Cada vez se necesitaba de mayor número de integrantes en el equipo médico y de fármacos. La ELA afectó primeramente a las piernas, lo que supuso que el profesor necesitara ayuda para caminar. Esta situación...