Martin De La Caridad
de los colonizadores. "A los negros -asegura R. Scheider- los capturaban en las costas de Guinea como si fueran animales, los hacínaban en los barcos ylos negociaban en las Indias, como ocurre cada día ya cada hora", y los vendían en subasta pública Los jóvenes eran comprados a buen precio, y, por lo mismo, eran bien mejor tratados y cuidados, yllevaban el apellido de sus patrones.
Para evitar que los esclavos pudieran escapar, los hacinaban en sótanos inmundos y los marcaban quemándoles sus carnes con tocino derretido, con cera ardiendo, conbrea o con hierro candente, Por otra parte, no les faltaban amos sin entrañas de piedad, que los castigaban con crueldad; encadenándolos, condenándolos al cepo y negándoles el alimento necesario ylos medicamentos, sobre todo, cuando enfermaban o llegaban a viejos.
Frente a este drama tremendo ¿qué pensaría Martín de Porres? ¿Qué haría para devolver a sus hermanos de raza, la esperanza devivir con la libertad de los hijos de Dios, en su condición de esclavos?
Algunos testimonios nos lo pintan de cuerpo entero. Veámoslo. Martín, hizo donación de sí mismo al Convento de Santo
Domingo,el 2 de junio de 1603, cuando contaba 24 años de edad. En el ambiente conventual se les llamaba "donados".
Hasta aquel día Martín, había frecuentado el consultorio del Dr. Marcelo de Rivero y lafarmacia de Don Mateo Pastor, con el propósito de aprender el arte de curar y preparar medicamentos, para socorrer a los enfermos y pobres. En el campo de la medicina, Martín no fue un empírico, antesde curar hacía el diagnóstico respectivo. Era lo que hoy llamamos "médico de la vieja escuela". Sabía curar todo mal: fracturas, hemorragias, fiebres malignas, infecciones. Después de la jornada de...
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