Memoria Literaria
Mi niñez no tuvo nada extraordinario para mencionar; como todos, guste de los juegos al aire libre, de los juguetes asociados a mi generación y la interacción con el vecindario que, como en muchas familias de la región de Antioquia, “paisa”,abundaban los niños. Era común visitar sus casas convidado por ellos mismos, o, sin alternativa, acompañar a tus padres a reuniones de adultos; visitas de temas incomprensibles donde era inevitable aburrirse mucho, y mi madre, conociéndome en lo curioso, siempre hacia la advertencia: “Se queda quietecito, ver y no tocar se llama respetar”. Como solo podía ver sin tocar y escuchar sus historias, pasaba eltiempo recreando imágenes, objetos, haciendo asociaciones o en mejor de los casos, invadir con preguntas a quien estuviera haciendo algo novedoso que me despertara algún interés. Entre tantas preguntas, me inquietaba de que manera las personas lograban aprender lo que hacían o sabían y la respuesta siempre fue: “estudiando”. Así me di cuenta que tenía que hacer si quería conocer el mundo ysaber todo lo que ignoraba, estudiar era el camino y para tener la edad que necesitaba para iniciar, bastaba esperar un año mas.
El primer día de clase, la maestra vestía un traje verde esmeralda que coincidía en color con sus zapatos, su maquillaje, la bisutería y un lazo que llevaba en el cabello. Además, para hacer la presentación de la cartilla de lecto-escritura “Nacho lee” de SusaetaEdiciones, mencionó a Rafael Pombo y su obra “El renacuajo paseador” que estaba en la ultima pagina de ésta. Lo recito con tanta gracia y estilo que en mis juegos de asociación, la maestra era Rin Rin renacuajo personificado, tan verde como la imagen en la cartilla. Puedo decir que ese momento fue para mí, no precisamente descubrir el personaje que me conectara con los libros, pero si el reto deaprender a leer, a decodificar los caracteres que acompañaban esas imágenes que tanto me gustaban y a la medida en que avanzaba mi aprendizaje, consultaba la ultima pagina de la cartilla, por que algún día podría leer completo “El renacuajo paseador”.
No solo logre leer los cuentos de la cartilla, leía todo lo que estaba a mi alrededor: las vallas en la calle, los productos que ofrecían en lastiendas y sus marcas, los carteles de “se vende” “se arrienda”, los volantes de propaganda, los letreros de los buses, los nombres de los locales comerciales… cualquier cosa que tuviera letras yo podía leerla pero leer no significa comprender, así que muy pocas cosas leídas podía entenderlas y si no tenían una ilustración se me dificultaba la asociación. Solo con el tiempo, pude descubrir que lapobre viejecita era tan pobre que solo tenia cosas materiales, que los hijos desobedientes podían hallar hasta la muerte como el osado Rin Rin Renacuajo, o que la justicia a veces se demora pero recompensa o castiga como en la cenicienta. Los pocos cuentos que leí y comprendí sugerían la importancia de ser éticos y morales en el actuar pero ese universo literario, para mi desventura, en la...
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