Mi mujer es Plomero
Tras la muerte de Julio César, la Roma de César pasó aser la de su lugarteniente, Antonio; pero a César sólo podía sustituirle alguien tan grande como él y éste no era el caso de Antonio. El vacío depoder que la desaparición de César había generado era muy profundo. Con cierto apoyo del Senado, la firma de una alianza con el cónsul Marco EmilioLépido (que controlaba la caballería) y buena parte de la plebe, Marco Antonio consiguió hacerse, parcialmente, los RESORTES del poder.
Sinembargo, César había dejado escrito en su testamento que el heredero de gran parte de sus bienes era un joven de 18 años, a quien en aquel momento,casi nadie de Roma conocía: su sobrino-nieto Octavio.No es posible saber con certeza qué condiciones fueron las que llevaron a un grupo desenadores a pensar en el asesinato de César. Los intentos de establecer un régimen autocrático sin duda tuvieron mucho que ver, pero no se puededescartar que hubiera otras motivaciones no tan nobles.
El solo hecho de que un número relativamente alto de senadores estuviera dispuesto a participaren el complot y a matar a César en el propio senado —lo que constituía un sacrilegio— da muestra del estado de cosas al que se había llegado.
Regístrate para leer el documento completo.